Algunas de las locuras británicas no solo tienen lugar en Magaluf: también sin salir de las islas podemos encontrar ejemplos de actividades un tanto cafres y sin demasiado aprecio por la integridad física de sus participantes. Por ejemplo, el boxeo a puño limpio (bare-knuckle), una práctica sangrienta que hace unos años solo podía verse en las películas de Guy Ritchie y en campamentos gitanos pero que actualmente está pegando fuerte en tierras británicas.
Es el deporte definitivo en el Reino Unido y un equipo de la revista Vice, con Clive Martin al frente, se ha con la elite. En su encuentro, que se puede ver en el documental que hoy publicamos en Marabilias, descubrimos que los practicantes de bare nuckle guardan muchas similitudes con los personajes descritos en El club de la lucha: técnicos de sistemas informáticos, obreros, coaches y hasta un abogado dándose puñetazos en la cara sin ningún tipo de protección. Es la subcultura del honor, el orgullo y la violencia.
El Reino Unido se está preparando para albergar la primera competición de este tipo de pelea en 150 años, en la que se enfrentarán luchadores británicos contra estadounidenses. Es, pues, el acontecimiento más importante en la historia de este deporte desde que fue relegado a la clandestinidad en el siglo XIX. Con este documental nos embarcamos en la misión de averiguar si la violencia que desatan estos hombres es causa o consecuencia.
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