Hace veinte años Dior creó una colección clave en su proyecto relojero bajo el nombre de Chiffre Rouge que ahora, con motivo de su aniversario, la firma ha querido reinventar combinando la elegancia de la alta costura con el encanto deportivo.
La metamorfosis de estos nuevos modelos se siente en cómo se han reinterpretado los códigos históricos de la casa, pero eso no significa que no hayan conservado sus señas de identidad como son las cajas asimétricas en dos secciones y la mezcla de elementos como son el acero negr y el oro rosa.
Tampoco falta en esta versión recientemente presentada la característica posición de su corona colocada a las 4 en punto ni el homenaje a un color distintivo de la maison como es el rojo, el cual tiñe tanto en segundero como el número 8 –cifra de la suerte de Monsieur Dior– por lo que ocupa un lugar destacado en el disco de fecha para darle un estilo único.
La singularidad de su diseño se muestra a través de su arquitectura asimétrica y de los símbolos de Dior que subliman su identidad. Y es que además de la aparición del tono rojo en pequeñas dosis, el característico Cannage de la marca aparece tanto en la esfera como en la masa oscilante de la parte trasera del reloj gracias a que los artesanos graban esas icónicas líneas gráficas con infinita delicadeza. Este motivo también se presenta en las correas texturizadas que dan un aire sublime al reloj al tiempo que invitan a crear atrevidas combinaciones al ser todas ellas intercambiables.
El savoir faire del Chiffre Rouge
En esta reedición del Chiffre Rouge se celebra el virtuosismo de los maestros relojeros de Dior ya que no se ha perdido ni un ápice de la increíble minuciosidad con la que se fabrica cada una de las piezas que lo componen.
En una sucesión de cuidadosos gestos, desde la maison ensamblan estos objetos de deseo elemento por elemento, desde el mecanismo automático de alta precisión hasta el brazalete, dando forma así tanto al modelo básico con un diámetro de 38 mm y movimiento automático suizo y a la versión cronógrafo que llega hasta los 41 mm y cuenta con el movimiento El Primero de Zenith.
El resultado es un reloj de estilo único que ejemplifica el savoir faire de la casa al acercar a la precisión relojera el elegante lenguaje de la alta costura.