Si por algo se carcaterizan las prendas conocidas como básicos es por el juego que dan en cualquier vestidor. Combinadas entre si son capaces de dar lugar a cantidad de looks y eso, unido a que nunca pasan de moda, hace que sean imprescindibles sea cual sea el estilo del que presumas.
Lo único que hay que tener en cuenta es que su carácter atemporal no asegura que sea eterno. Cualquier pieza de estas características merece estar en constante regeneración para no perder su esencia y el cambio de estación es una de esas épocas ideales para buscar sustitutas o incorporar aquellas que faltan. Si este otoño estás decidido a hacerlo, estos son los cinco elementos a los que prestar especial atención esta temporada.
Una camiseta blanca
En verano porque se luce en todo su esplendor en solitario, durante la primavera porque acompaña genial a sobrecamisas y en otoño-invierno porque funciona como una primera capa para proteger del frío cuando se llevan sudaderas o jerséis.
La camiseta blanca de manga corta es probablemente la pieza más recurrente del armario y por eso merece estar en constante renovación ya que del uso puede el cuello puede desbocarse, el elástico perder firmeza y hasta decolorarse de tantos lavados.
Un jersey neutro
Al igual que ocurre con la camiseta blanca, el jersey que lo mismo te acompaña con unos jeans que con un traje necesita cada cierto tiempo ser sustituido por otro de similares características para así evitar que empiece a notarse un exceso de desgaste o de las antiestéticas pelotillas.
A la hora de elegirlo, no importa si este es de cuello de pico o redondo, tampoco si es más o menos holgado, lo único recomendable es que esté confeccionado en punto fino para adaptarse mejor a diversos contextos y que sea de un color neutro para mostrar mayor versatilidad. En camel, azul marino o gris será imbatible.
Un vaquero
Los vaqueros son piezas atemporales pero eso no significa que no estén sujetos a las tendencias. Cada temporada aparecen modelos que cambian el talle, el corte y las intensidades del azul, por eso nunca está de más introducir alguno nuevo en el repertorio personal para así exprimir su polivalencia al máximo.
Aquí la clave está en elegir el fit que mejor se adapte a tu silueta para sentirte cómodo y favorecido cada vez que apuestes por ellos.
Una camisa a rayas
No vamos a recomendarte que inviertas en una camisa blanca porque es evidente que esta merece espacio propio en un vestidor y confiamos en que ya cuentas con una en perfecto estado, por lo que nuestro consejo es que aproveches el otoño para introducir algún modelo en otro tono como por ejemplo un azul cielo o la clásica de rayas tipo oxford que te dará mucho juego en el repertorio.
La encontrarás tanta utilidad que terminarás tirando de ella a diario y acabará por convertirse casi en tu uniforme particular.
Una blazer
La quinta propuesta que te hacemos en lo que a renovación de básicos se refiere es una blazer. No hablamos de un traje completo puesto que esto no necesita tanto cambio, sino de tener a mano una americana más informal que poder llevar con unos pantalones de pinzas, un chino o unos vaqueros cuando la ocasión así lo requiera.
Elige una que sea azul marina o negra en el patrón con el que te sientas más identificado ya que así será capaz de elevar cualquier estilismo cuando lo necesites.
