Los mejores relojes clásicos para dar la bienvenida al invierno

Conquest Heritage Central Power Reserve de Longines.

Conquest Heritage Central Power Reserve de Longines.

La estética recuerda al pasado, a los grandes hitos de las marcas, pero convenientemente adaptados a los nuevos tiempos. Y eso incluye una mecánica cada vez más precisa. La tradición relojera no ha dejado de estar presente en la oferta de las marcas, por mucho que hubiera una época en la que parecía que iba a ser desterrada a los libros de historia relojera. Pero nada más lejos de la realidad: los clásicos –vintage cuando recuerdan alguna creación del pasado–, como todos los aficionados los conocen, tienen ahora más fuerza que nunca y se han convertido en valores tan seguros como demandados por los nuevos clientes de la relojería de calidad.

Los motivos y razones son de lo más variado, pero hay un hecho evidente, y es que en la relojería hay un factor emocional importante y, seguramente, contar con un reloj que tiene un relato, una historia detrás, establece un vínculo más intenso entre marca y comprador. Bajo esa premisa, ha quedado claro que los relojes clásicos han ido creciendo en presencia y oferta, al tiempo que mejoran su mecánica relojera.

Inspirado en uno de los primeros relojes con rotor Perpetual de Rolex, el 1908 destaca por un diseño en el que la sencillez de la visualización se combina con detalles escogidos.

Rolex reinterpreta a los relojes clásicos

El Perpetual 1908 de Rolex se viste de platino 950 y luce una llamativa esfera azul glaciar con motivo ‘grano de arroz’ realizado mediante guilloqueado y que recuerda a un rosetón. Rolex rinde de este modo homenaje al arte clásico de la relojería. Esta exclusiva esfera presenta los mismos números arábigos 3, 9 y 12 e índices facetados y las mismas agujas que las versiones en oro de 18 quilates. El 1908 está equipado con el calibre 7140, que también se distingue por sus puentes decorados Côtes de Genève y su masa oscilante calada.

Las diferentes versiones del Fifty Fathoms Automatique se acompañan de distintos tipos de correas: de tela de vela, NATO, caucho texturizado o ‘tropic’, esta última inspirada en la versión de 1953.

Blancpain: siete décadas de inmersión

La colección Fifty Fathoms Automatique vuelve con un formato de 42 milímetros tras celebrar el pasado año su 70 aniversario. Inspirada en el Fifty Fathoms 70th Anniversary Act 1, la primera edición limitada de aniversario, la nueva familia se prodiga en versiones no limitadas en torno al oro rojo y el titanio de grado 23. En el interior de estos modelos de nueva generación (la cual da comienzo en 2007) se encuentra el calibre 1315, caracterizado por su función de parada del segundero, que permite una puesta en hora extremadamente precisa.

El exclusivo calibre L896.5 de cuerda automática se presenta con una reserva de marcha en discos giratorios en el centro de la esfera. Este modelo icónico presenta una esfera champán que se combina con una correa de piel de aligátor negra para celebrar el 70 aniversario de la colección Conquest.

Longines, a la conquista del tiempo

Longines celebra el aniversario de su colección con denominación protegida y lo hace con el Conquest Heritage Central Power Reserve, inspirado en un modelo con un indicador de reserva de marcha único. La esfera en tres partes está circundada por 12 índices aplicados dorados separados por una fina línea que establece además los minutos, mientras la fecha aparece a las 12 h. Sobre el disco de montaje externo graduado de 64 a 0 se indica el tiempo de cuerda que le queda al reloj.

Las esferas de la versión de acero se presentan en colores marrón y verde, ambas con subesferas ovales horizontales plateadas.

Speedmaster 38 mm: el primer omega genderless

La nueva colección Speedmaster 38 mm, que abarca cuatro modelos de acero noble, dos de oro Sedna y otros dos de oro Moonshine, tiene un denominador común: su condición de reloj sin género. Y eso a pesar de su bisel engastado con 52 diamantes, su corona pulida con un diamante y sus tres subesferas circundadas de diamantes. Tras el medallón del hipocampo estampado en el fondo de la caja se aloja el movimiento Co-Axial Calibre 3330, un cronógrafo de carga automática con rueda de pilares y espiral de silicio.

La fase lunar según LAURENT FERRIER

La forma reconocible y estudiada de la caja Classic es el resultado de una evolución de diseño considerada y discreta, que encapsula dos esferas distintas con intrincados detalles acabados a mano en versiones de oro rojo o acero. En la base de la esfera, los coleccionistas reconocerán una versión ligeramente ampliada del pequeño segundero que está entrelazado con la primera complicación de fase lunar del relojero, con un diseño distintivo e intrincado en llamativo cristal de aventurina y esmalte translúcido.

Con su corona a rosca a las 4 h, este modelo conserva la clasificación de profundidad de 600 metros, una hazaña considerable en 1969 y para un reloj con fondo de zafiro.

Zenith, reviviendo el pasado

El DEFY Revival A3648 es una reproducción fiel del primer DEFY de 1969, además del primer modelo Revival para buceadores. Está realizado en caja de acero de 37 mm con un bisel giratorio unidireccional en el mismo material con inserción de zafiro teñido de naranja y una hermeticidad hasta 600 metros. Bajo su esfera negra y naranja, con agujas y marcadores luminiscentes, palpita el movimiento de manufactura automático Elite 670, que proporciona una reserva de marcha de 50 horas.

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