El traje de raya diplomática ha sufrido altibajos como tendencia a lo largo de los años pero siempre ha conseguido conservar su espacio. Nada ha arrebatado el hueco en el armario de este conjunto con identificable estampado de líneas verticales que representa poder y sofisticación como pocos otros diseños lo hacen.
El motivo por el que este dúo de chaqueta y pantalón coordinado se asocia con el estatus de quien lo lleva es su origen, ya que eran los banqueros británicos del siglo XIX quienes lo lucían como uniforme de trabajo con un mismo patrón pero con diferente dibujo porque el ancho y el color de las rayas que llevaba cada uno en sus prendas venía determinado por el puesto laboral que ocupaba.
De ahí dio el salto a Estados Unidos donde fueron los gánsteres de las décadas de los años 30 y 40 quienes se apropiaron de él e hicieron que a día de hoy todavía sea esa estética mafiosa la que muchas personas tengan como referencia cuando se habla de ese tipo de sastrería. Es más, esa relación es probablemente la que ha provocado que Colin Farrell haya decidido enfundarse en uno de estos trajes para presentar su último trabajo: El pingüino.
El pingüino es una de las series más esperadas de esta temporada porque es la con la que DC Studios continúa la épica saga criminal de The Batman del cineasta Matt Reeves. Se estrena el 20 de septiembre en Max y consta de ochos episodios que se centran en el personaje de Oz Cobb, alias El Pingüino, uno de los villanos más famosos de los cómics al que da vida Colin Farrell.
El irlandés ha acudido por ello junto al resto del reparto de esta ficción –Cristin Milioti, Rhenzy Feliz, Michael Kelly, Shohreh Aghdashloo, James Madio, Scott Cohen y Theo Rossi son algunos de ellos– a la premiére que se ha celebrado en Nueva York y lo ha hecho con un look que no podía ser más idóneo para ese contexto.
A pesar de que el actor de 48 años ha reconocido recientemente en una entrevista al medio Total film que lo peor de este rodaje ha sido «ponerse ese puto traje y esa puta cabeza», Farrell ha querido hacer un guiño al carácter mafioso de su personaje al ponerse un traje de raya diplomática que ha causado un gran impacto.
El objetivo de Colin Farrell era representar la esencia de la miniserie que presentaba pero no por ello perder la perspectiva de cómo debe combinarse un traje como este en la actualidad para obtener un buen resultado y por eso ha querido apostar por lo clásico con una camisa blanca y una corbata negra.
El toque diferencial a su dúo de pantalón recto y blazer con grandes solapas lo han marcado los anillos anchos de plata que se apreciaban como adorno en sus manos con los que ha reinterpretado el esquema hasta llevárselo a su terreno.
