Con dos tacones

Con dos tacones

Con dos tacones

Cosas que los hombres os evitáis por el hecho de ser hombres y que las mujeres sufrimos por el hecho de ser mujeres (bueno, en realidad, por el hecho de tener una parte de nuestro cerebro que nos incita a hacer cosas realmente estúpidas como pasarnos el día subidas a unos tacones):

Las caídas. Toda mujer subida a un tacón ha experimentado como mínimo una pérdida del equilibrio gravitatorio que ha terminado con sus huesos en el suelo. Situación que suele darse, además, delante de un gran número de personas y cuando llevamos la falda más corta.

Los adoquines. Ni siquiera Victoria Beckham sería capaz de caminar con tacones por las calles de Toledo. La solución suele pasar por pegar el culo a la pared y caminar agarrándose a ella con las uñas.

El efecto borrachera. Alfombras, césped y demás superficies mullidas nos hacen caminar como si nos hubiéramos tomado una garrafa de tintorro.

Los dolores. Callos. Dedos de martillo. Artritis. Dolor crónico de rodilla. Esguinces de tobillo. Problemas de espalda. E incluso, infecciones vaginales. Sí, los tacones altos combinados con pantalones vaqueros estrechos son el caldo de cultivo –literalmente- para que las vaginas de las mujeres se conviertan en un chupchup infeccioso que produce dolor, picor, ardor y otras cosas que no detallaré en exceso.

Por eso, queridos amigos hombres, aunque ya habéis caído en torturas como  la depilación, no caigáis en los tacones, porque nosotras no sabemos bajarnos de él. A pesar de que grandes del calzado como Christian Louboutin hayan diseñado para este verano zapatos planos como complemento estrella de su colección. 

Cuando las mujeres hacemos cosas realmente estúpidas… hombres, no nos imitéis: https://t.co/4XbG2uPl2t @voz_populi

— Carme Chaparro ? (@CarmeChaparro) May 23, 2016

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