Titulada «Desnudarse: una breve historia de la ropa interior», la exposición explora la relación entre la necesidad primaria de lo que se llevaba debajo de la vestimenta con la moda de la época y el ideal corporal, desde 1750 a nuestros días.
Organizada en forma circular en una sala del museo, la exhibición reúne más de doscientos objetos, algunos de ellos utilizados por personalidades de la realeza o actrices actuales, como la seductora bata de la diseñadora Carine Gilson que llevó Bérénice Marlohe, en la película de James Bond «Skyfall» (2012).
¿Cómo se creaban los corsé?
La comisaria de la exposición, Edwina Ehrman, explicó que el fabricante solía visitar a sus clientas en sus casas para tomarles la medida, lo que implicaba un íntimo y estrecho contacto con la mujer y su cuerpo.
Entre los corsés figura uno que perteneció a la duquesa de Kent, madre de la reina Victoria (1819-1901), confeccionado a partir de materiales naturales, como era práctica normal en aquella época. Hay un corsé hecho por la británica Roxey Ann Caplin, con el que ganó una medalla en una exhibición especializada en 1851 porque se adaptaba a las necesidades de las mujeres, al no presionar demasiado los pechos ni los pulmones ni los órganos reproductores.
Una pieza curiosa es un corsé diseñado en Argentina para bailar el tango, del año 1913, que fue importado al Reino Unido en momentos en que este seductor baile del Río de la Plata causaba furor en Europa y era muy requerido por las mujeres.
Otras prendas: calzoncillos
También pueden verse calzoncillos de hombres, desde unos que cubrían las piernas hasta los que sacó al mercado el exjugador de fútbol del Real Madrid y la selección inglesa David Beckham. Entre los destacados hay uno elaborado en EEUU en 1887, pensado para dar soporte a los genitales en el caso de los hombres que hacían ciclismo y adaptado después para otros deportes.
Exposición
16 abril 2016 al 12 marzo 2017 Victoria & Albert Museum – 12 librasLondres
Entre las piezas hay algunas de lencería contemporánea de La Perla, de Stella McCartney o Paul Smith, así como unas polainas en color carne diseñadas en 1989 por Vivienne Westwood.