Dior dibuja el verano de 2025 como el reencuentro con los valores artesanales

Colección de verano de 2025 de Dior.

Colección de verano de 2025 de Dior.

Decir que Dior es artesanía no es atrevimiento, sino reconocimiento de un legado tan extenso como intenso. Esa es la base en la que se ha movido el director artístico para crear la colección del verano de 2025. Artesanía y texturas que reflejan el trabajo recreado por la firma a lo largo de su historia. Y como elemento inspirador ajeno a la marca, los motivos, la figuración y el monumentalismo del ceramista sudafricano Hylton Nel. Y desde ella, Kim Jones continúa explorando y avanzando en las ideas globales y el savoir-faire de Dior. Lujo y utilidad, porque la ropa de vestir masculina y el archivo de alta costura adquieren un nuevo significado, combinando funcionalidad, longevidad y herencia.

Las siluetas se tornan en escultóricas y prácticas al mismo tiempo, y toman prestado el lenguaje de la cerámica tanto en la forma como en los acabados. Lo humilde y lo noble se combinan en los tejidos, mientras que la funcionalidad se enriquece con la influencia del corte de la alta costura que se puede encontrar en los archivos de Dior o la artesanía que se procura en sus ateliers. En sastrería, predominan los volúmenes redondeados y hay un reencuentro con un estilo muy personal en el que sobresale una prenda que se inspira en el hallazgo de un boceto no realizado de Saint-Laurent para un abrigo de la temporada otoño-invierno de 1958.

Las obras del ceramista sudafricano Hylton Nel han servido de inspiración para estas prendas.

Esta vez no solo toma vida; también inspira otros looks a medida. El motivo del cuello bufanda que está presente en la colección procede de otra pieza de Saint-Laurent, Negatif, del otoño-invierno de 1960. En este caso, se trata de una estructura totalmente artesanal que ha llevado meses. Por lo que respecta a las prendas de punto se hacen eco de la forma escultórica, abarcando al mismo tiempo patrones lúdicos, estampados y cierres de corte cerámico, todo ello recogido del mundo de Hylton Nel. Los accesorios inciden en las mismas cualidades de practicidad y transmiten una gran elegancia.

El footwear se centra en uno de los zapatos de trabajo más tradicionales: el zueco. Dior los crea artesanalmente con materiales nobles como la madera de haya y la piel de becerro. La suela de madera se ha modifica con caucho para ofrecer una mayor comodidad, mientras la influencia de los adornos de tachuelas ofrece una interpretación de los ‘sigils’ de Hylton Nel, que también inspira los bordados de tachuelas en prendas de vestir y bolsos.

Los elementos artesanales cobran una especial relevancia en esta colección.

Refiriéndonos a estos, el icono del estilo Dior desde hace 25 años, el Saddle, con sus contornos curvilíneos, es en esta vez una fusión en su construcción de materiales humildes y nobles, donde la resistente lona se contrapone a la rafia o el cuero. Los sombreros cloche aparecen en escena como punto final de la experiencia artesanal. Diseñados por Stephen Jones en colaboración con Earth Age, una empresa sudafricana con sede en Ciudad del Cabo, su realización se encargó a artesanos locales que han tejido a mano cada uno de ellos. Las cuentas de cerámica se aplican en París, con la sensación de que distintos talleres se unen sin jerarquías; lo doméstico y lo de salón, lo global con lo local. Todo unido por un elemento común: la habilidad y un mismo lenguaje creativo.

Y si queda alguna duda, nada como la reflexión de Kim Jones sobre esta colección de Dior para el verano de 2025: «En esta colección he querido concentrarme en los elementos artesanales, en el saber hacer de los talleres y artesanos que trabajan para la casa: es la savia de Dior. Siempre hay un sentido biográfico en la casa, el de Christian Dior y la sucesión de diseñadores, que aquí se combina con la vida del ceramista Hylton Nel. Esta colección es una celebración del trabajo y una expresión de quién es alguien y de lo que consigue a través del trabajo, ese legado y esa continuidad en el tiempo. En el caso de Christian Dior, Hylton Nel y el mío propio, es una idea de caminos paralelos con historias diferentes. Es el trabajo de toda una vida en la cerámica y la pintura y el trabajo de toda una vida en las fabricaciones y la ropa. Hay una idea y una dedicación al arte y a las artes aplicadas compartida por todos».

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