El melanoma es el tipo de cáncer que más crece en España. A pesar de conocer cada vez más las precauciones que se deben tomar para cuidar la piel, uno de los órganos más sensibles del cuerpo, ¿sabemos hasta qué punto influyen nuestros hábitos para desarrollar este problema?
La dermatóloga Paloma Borregón señala que “los malos hábitos que repercuten en la piel influyen para desarrollar cáncer al igual que lo hace el tabaco con el cáncer de pulmón”.
Además, el efecto memoria de la piel es inigualable. “Cuanto más reciba una persona radiaciones solares sin protección a lo largo de su vida, más riesgo tiene de desarrollar cáncer de piel”.
“Si te quemas por el sol, esto no influye en el momento, sino que las células van empezando a cambiar y van acumulando daños hasta que empiezan a hacerse malignas. Normalmente suelen ser años más tarde de las quemaduras que tuvimos y de la exposición solar”.
Es por esta razón por la cual una persona de mayor edad puede ser diagnosticada aunque lleve años sin tomar el sol. La memoria de la piel dura mucho tiempo, y en la juventud se pueden desarrollar daños irreversibles.
“El daño se acumula, ponernos morenos es como una respuesta o una defensa de nuestra piel a la exposición al sol. La piel se va defendiendo y defendiendo, pero llega un momento que se ha defendido tanto que se cansa”.
El caso infantil es el que más atención necesita. “Se ha demostrado que las quemaduras y la exposición al sol, es lo que más se relaciona con el cáncer de piel. Este primer año es clave, por lo que hay que evitar el sol directo en esa edad, utilizar precauciones como camisetas de neopreno a los niños…”.
Pero también hay un factor de riesgo añadido para “la gente con piel, pelo y ojos claros. También, si tienes muchas pecas o lunares, tienes más papeletas de quemarte con el sol”.
Tanto una quemadura solar concreta como la exposición solar constante pueden provocar daños. La diferencia es que “cada una puede dar lugar a un tipo de tumor. El carcinoma basocelular es más frecuente por la exposición solar crónica, y el carcinoma epidermoide se origina por quemaduras solares”.
La doctora desmiente también la falsa creencia de que uno no se pone moreno por usar protector. “Es verdad que se tarda un poco más, pero a largo plazo es mejor, porque no te quemas, el moreno dura más y no te pelas. Si quieres ponerte moreno es mejor usar la protección solar”.
OTROS HÁBITOS
Los Rayos UVA son, como recalca la dermatóloga, “fatales para la piel. Aumentan más el riesgo que tomar el sol de manera normal. Es mucho sol, muy concentrado. En 10 minutos recibes lo que en 2 horas. El daño a la célula es mayor por lo que esta tiene que reaccionar más rápido y por eso te pones más moreno en menos tiempo”.
Además, también hay otro tipo de hábitos que pueden provocar que tu piel “recuerde” años después el los problemas originados por un mal cuidado: no desmaquillarse, la mala alimentación, exponerse demasiado a la contaminación…
“Todas esas cosas no son cancerígenas, pero sí se vuelven la piel más sensible y hacen que el sol haga más daño al exponerse”.
RECOMENDACIONES
Paloma Borregón aporta algunos consejos para evitar que tu piel desarrolle enfermedades y tenga mayores probabilidades de mantenerse sana a lo largo de toda tu vida:
– Poner protección solar de factor 50 , especialmente a los más pequeños. Empezar en la infancia a extremar las precauciones con el sol.
– No ir a la playa en las horas centrales, entre las 14.00 y las 17.00, cuando el sol está más alto y quema más.
– Poner el protector cada dos horas porque deja de hacer efecto.
– Si nos bañamos con frecuencia poner otra vez el protector.
– Por otro lado, intenta cuidar la piel, tenerla hidratada siempre, que no esté tan sensible para futuras quemaduras o exposiciones solares.