Hace unos meses, concretamente en mayo de este año, Madrid acogió la entrega de premios Laureus 2024 en los que se premia a lo mejor del deporte mundial. Allí, centenares de atletas profesionales se dieron cita en una noche única que pasará a la historia. Y, entre los asistentes, toda una leyenda del fútbol americano: Tom Brady.
El atleta americano, considera pro muchos como el mejor quaterback de la historia, no solo es todo un icono en el deporte y en la liga NFL, de la cual se retiró en 2023. Sino que su estilo siempre impecable es seguido por miles de hombres en todo el mundo. Aquella fue una noche especial para él, pues era el encargado de entregar el premio a Mejor Deportista del año que recayó sobre Novak Djokovic. Y, además, acaparó titulare debido a que fue el único que renegó del esmoquin en los Premios Laureus 2024. Eso sí, consiguiendo un look impecable.
Para aquella noche, Tom Brady lució un traje de chaqueta de color negro con corbata y chaleco. Además, no una corbata cualquiera, sino un diseño de lo más peculiar con fondo oscuro y lunares pequeños de color blanco. Sobre el bolsillo de su americana asomaba, tímidamente, un pañuelo de color blanco. Una opción tan bonita como sofisticada, pese a que se saltó ligeramente el dresscode de la noche. Sin embargo, lo más llamativo del look todavía no se había desvelado, hasta que ahora varios perfiles de Instagram han mostrado el reloj que llevaba el deportista en una de sus muñecas.
Lejos de apostar por algo clásico, Tom Brady sorprendió con un original modelo de Cartier inspirado en Dali, una pieza verdaderamente extraña y muy complicada de ver, con un diseño asimétrico, con curvas llamado Cartier Crash y que fue fabricado en 1967. Realizado en oro de 18 quilates, tiene un diseño de esfera “derretida” que, para los fanáticos del arte del evocará de inmediato a la aclamada pintura del artista español Salvador Dalí, La persistencia de la memoria, en el cual se pueden ver distintos relojes similares.
Lo cierto, y pese a la similitud entre los relojes que Dali pintaba y la creación de Cartier, nunca se ha confirmado que esta inspiración en el pintor español fuese real. Lo que si está claro, y es evidente, es que se trata de una pieza de lo más peculiar y muy poco vista, cuyo precio alcanza los 250 mil dólares.