No es un editorial de moda, ni un catálogo de estilo sartorial, es tan sólo un día más en un evento de moda de altos vuelos. Pitti Uomo, la convocatoria de moda masculina más importante del planeta, se ha convertido en una pasarela real de un estilo clásico y refinado pero abierto a todos lo cambios que las mejores firmas proponen cada seis meses.
Desde 1972, cuando tuvo lugar el primer Pitti Uomo en uno de los fabulosos salones del Palazzo Pitti (de ahí el nombre), Florencia se ha convertido en esa ciudad donde cada enero y cada junio, y durante cuatro días, marcas, compradores, periodistas, vendedores, relaciones públicas todo el ‘quién es quién’ en el mundo de la moda masculina, descienden a la ciudad del Arno para una comunión de estilo.
Pero quizás lo más importante de esta feria de moda sea que tras ese aspecto tradicional, se esconde una verdadera vocación de innovación. Cada semestre, Pitti Uomo muestra lo polivalente y global que es el universo de la moda, invitando a distintos países con sus mejores propuestas e intenciones de estilo, a los diseñadores que más destacan y a las marcas que apuestan por el cambio en las tendencias.
Para esta edición, que tiene lugar entre los días 8 y 11 de enero, diseñadores de la talla de Aldo María Camillo y Glenn Martens (Y/Project) presentan sus nuevos planteamientos estéticos para el invierno próximo. Siguiendo su vocación global, Portugal es la nación invitada, mientras Corea del Sur, Escandinavia y Japón muestran la diversidad de la moda en la actualidad.