Cuando en 1853 un comerciante alemán llamado Levi Strauss decidió rechazar el legado de trabajar en la tienda de su familia para iniciar su propia aventura emprendedora en San Francisco pocos, por no decir nadie, pensaron que dicha decisión supondría el origen del que ha terminado siendo el tejido de la moda por excelencia: el denim.
¿Quién no usa, o al menos guarda, unos vaqueros en su armario? Desde la década de los 50 del siglo pasado, la popularidad de esta prenda no ha hecho más que aumentar y no ha habido tribu urbana que resista a sus encantos. Desde hombres del viejo oeste o hippies hasta punks o heavys posteriormente. Incluso gente que nada tiene que ver con un estilo marcado hace de los jeans su atuendo esencial.
Sin embargo, no todo es oro lo que reluce. En paralelo a su éxito de ventas, el denim es una de las prendas que más contamina del mundo. Según la Agencia de Medioambiente y control de Energía, se utilizan ocho mil litros de agua para fabricar un vaquero. Pero no es lo más grave. Se calcula que este proceso causa alrededor del 10% de los pesticidas y cerca del 25% de insecticidas en el mundo. Consciente de ello, la industria del jean ha experimentado un cambio sustancial en los últimos años y y lejos de querer hacer de la moda sostenible una simple tendencia, son muchas las empresas las que se han lanzado en busca del denim cien por cien sostenible.
Es el caso de G-Star, una de las referentes del sector, que ha creado este año el que ha bautizado como ‘vaquero renovado sostenible’, un hito en su historia que ha hecho de la economía circular su principal aliado, ya que ha conseguido fabricar un pantalón reduciendo desperdicios y con materiales textiles nuevos como la fibra y el algodón íntegramente sostenible. «Concebimos a nuestra clientela como ‘bioclientes’, ya que nuestros productos están pensados para mejorar la tierra y que el cliente contribuya con su compra a mejorarla», explica Adriana Galijasevic, experta en denim sostenibles de G-Star y una de las artífices del jean más sostenible de la firma hasta el momento (en la imagen superior a estas líneas). Galijasevic asegura que el objetivo de la marca de cara a 2020 es lograr el algodón cien por cien sostenible y incidir en la creación de nuevos materiales. «Reducir desperdicios es fundamental, al igual que darles una segunda vida. Es lo que llamamos circularidad de los procesos».
Otro adalid de los nuevos métodos de trabajo es la empresa Jeanologia, que ha hecho del laser su principal aliado en la búsqueda de la sostenibilidad del denim. La compañía española lidera la transformación de la industria textil a través de sus tecnologías láser, ozono e ‘eflow’, capaces de aumentar la productividad, reducir el consumo de agua y energía, al mismo tiempo que eliminan residuos y emisiones perjudiciales. «La tecnología es la llave para mejorar el sector, tanto a nivel estético como medio ambiental», comenta Jesu´s Blay, Area Manager de Jeanologia. Menos agua, menos energía, sin químicos peligrosos y evitar comprometer la salud de los trabajadores son los cuatro puntos en los que esta compañía trabaja para revolucionar la industria.
«Antes te comprabas unos vaqueros y con el tiempo se gastaban. Ahora la industria te los da con la forma que quieres, pero esto supone también una serie de problemas», avisa Blay, consciente de que «para lograr este tipo de acabados la industria textil utiliza una mano de obra muy intensa». En este sentido, Jeanologia sostiene que es necesario utilizar un enfoque holístico en el camino hacia la sostenibilidad.
Las tecnologías y el software desbancan al agua y los productos químicos como los principales recursos del proceso de acabado de la prenda, por lo que surge la necesidad de nuevos perfiles profesionales capaces de adaptarse a este nuevo entorno digital. Desde el diseño a la producción, los nuevos profesionales trabajan para producir diseños espectaculares de la forma más sostenible y ecoeficiente a través del uso de tecnología. Aunque, como reconoce Blay, «el mundo del jean siempre necesitará de agua, química y mano de obra; la cuestión es evitar los malos hábitos de los que durante años ha pecado el sector».
El 35% de los 5.000 millones de jeans producidos cada año en el mundo se realizan con tecnologías de Jeanologia. Al mismo tiempo, las combinaciones de las tecnologías de la compañía contribuyeron al ahorro de cerca de 8 millones de metros cúbicos de agua en 2017. Estas cifras, unidas a su colección de productos como las lavadoras G2 ( que logra la eliminación del exceso de índigo o reproducir el efecto de la lejía para darle a las prendas el aspecto de desgaste auténtico), softwares para aumentar la productividad industrial o los nuevos diseños de François Girbaud, estrecho colaborador de la marca, han motivado que Jeanologia, han motivado a la compañía a marcarse el objetivo de lograr en 2025 que todos los jeans del mundo sean totalmente libres de agua.
EL FUTURO DEPENDE DEL PRESENTE
Desde 1846, la empresa internacional EVLOX lleva dedicándose al mundo del denim. Su representante en España y director de desarrollo de producto, Ximo Lacomba, considera que «el futuro de este tejido y de la prenda en general va a depender de lo que hagamos en el presente». Con más de 30 años de experiencia en el sector, Lacomba critica que «la sostenibilidad en torno al denim ha entrado y salido en muchas ocasiones debido a que el sector ha sido incapaz de compensar factores como los costes, el diseño y la producción».
Pese a que «parece que ahora el camino emprendido es el correcto», la industria se enfrenta a continuos cambios que ni los propios expertos se atreven a dar una previsión concreta. En España, el propio AITEX (Instituto Tecnolo´gico de Innovacio´n Textil) ha hecho una llamada a la participación ciudadana dentro de la iniciativa de la Unión Europea ‘CreativeWear’, del proyecto Horizonte 2020, cuyo objetivo es revitalizar el sector textil y de la indumentaria centrando la atención en la creatividad, el diseño personalizado y la producción artesanal de pequeña escala.