Ferretti Group y los superyates: la náutica no entiende de crisis

Ferretti Group y los superyates: la náutica no entiende de crisis

Ferretti Group y los superyates: la náutica no entiende de crisis

Alberto Galassi es CEO de Ferretti Group, probablemente el principal constructor y vendedor de yates de lujo del mundo. Hace apenas un mes, durante la celebración de The Cannes Yachting Festival, en plena Costa Azul y a pocos metros de un mar repleto de suntuosos barcos como si del parking de un supermercado se tratara, mostraba triunfante las cifras de la compañía. Con 457 millones de euros de ingresos solo en los primeros seis meses de 2021, los beneficios netos, de 23 millones de euros, superaron los obtenidos durante todo el año anterior, que cerró con la cifra de 22 millones. A la feria, el evento más importante del sector, Ferretti Group acudió con una flota de 23 magníficos barcos; la presentación de cinco nuevos modelos, entre ellos un yate de superlujo de 30 metros de eslora, y el anuncio de nuevos lanzamientos en los próximos años. Definitivamente, la pandemia no ha llegado al sector de la náutica. La crisis que ha tambaleado los cimientos de sectores como el motor, la aeronáutica, la restauración, la hostelería y el turismo ni siquiera ha rozado al mundo de los yates de lujo. Todo lo contrario: en algunos casos, de los que Ferretti Group es un claro exponente, sus cifras se han disparado. Y Galassi cree saber por qué.

Presentado como el primer yate híbrido de Wally, a medio camino entre los más grandes pero más lentos y los modelos de navegación rápida.

“Es una combinación de dos factores –explica en conversación con GENTLEMAN–. Por un lado, nosotros vendemos libertad, que es algo que ha desaparecido de nuestras vidas en 2020 y parte de este año, en los que hay todo tipo de limitaciones para viajar, para ir a cenar o para ir al cine. Y nosotros vendemos una pequeña isla privada, de 10, 20, 30 o 40 metros, en la que haces lo que quieres, en la que tú eres el rey, y decides con quién viajar, estar de fiesta hasta la madrugada sin que nadie llame a tu puerta o incluso crear un restaurante de tres estrellas Michelin llevando un chef a bordo. El segundo factor –continúa el CEO de Ferretti Group– es un aspecto psicológico: nos hemos dado cuenta de los frágil que es la vida, de que la puedes perder en un minuto, también, por supuesto, si eres un millonario. Ha habido un clic en nuestras mentes: si te puedes permitir alcanzar uno de tus sueños, como una villa con un jardín en España, en Baleares, un coche, una pieza de arte o un yate, por qué esperar si lo puedes tener mañana. Esa combinación de libertad y fragilidad de nuestra existencia hace que mucha gente toma la decisión emocional de disfrutar la vida. Y navegar es una de las mejores formas de hacerlo”.

Más de 40 m2 de superficies de vidrio caracterizan un perfil elegante, con marcado look deportivo.

Especializado en lujosos yates de motor, Ferretti Group es en realidad un conglomerado que engloba a algunas de las más prestigiosas y exclusivas firmas del sector: Ferretti Yachts, Riva, Pershing, Itama, CRN, Custom Line y Wally. Cuenta con seis astilleros en Italia que envían barcos a clientes de más de 70 países en todo el mundo. España no ocupa un lugar destacado entre ellos, aunque una gran parte de los barcos que se compran en otros países, como Alemania, Gran Bretaña, Países Bajos, Francia –Europa es el cliente líder indiscutible–, también Oriente Medio, América o Asia Pacífico, acaban en nuestras costas, principalmente en las islas Baleares. No hay precio medio, no solo por la diversidad de modelos, sino también por la posibilidad de personalizarlo hasta el extremo: desde los materiales utilizados hasta el número de camarotes incorporados, el cliente puede elegir entre modificar un modelo de serie o, prácticamente, diseñarlo desde cero.

Con detalles, funciones ténicas y de diseño característicos de Riva, destaca entre ellas el techo corredizo de vidrio.

Una flota que sigue creciendo

Resulta difícil imaginar cuántos yates de Ferretti Group hay en el mundo. Un año normal se salda con unas ventas de 150-160 barcos, y la compañía lleva operando desde 1968. Que su revista, Protagonist –que llegó a la pasada edición del festival de Cannes con Sofía Loren en la portada del último número–, la reciban unas 50.000 personas en todo el mundo puede dar una idea de hasta dónde llega el universo Ferretti que, además, no para de aumentar. La capacidad de este constructor para crear nuevos modelos no es común en el sector: en los últimos tres años, ha lanzado más de 20 novedades –incluyendo versiones–; y para los próximos tres anuncia una cifra similar. No en vano, el grupo invirtió –y Alberto Galassi saca pecho por ello– entre 2018 y 2020 más de 200 millones en desarrollo de producto y capacidad industrial. La flota de Ferretti Group forma parte de las más de 600 embarcaciones –desde tres a 50 metros de eslora– que fueron expuestas durante la feria en este privilegiado rincón de la Costa de Azul, bendecido esos días por un sol que parece aliado con el sector. Entre los 575 expositores, no solo yates; también todo tipo de equipamiento y servicios náuticos, mobiliario e iluminación, tejidos, obras de arte y decoración o incluso productos de belleza, bienestar, perfumes, joyas, diamantes y ropa de baño. No en vano, esto es Cannes.

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