Guerra a las cartucheras: el Hat-trick de los tratamientos reductores

Guerra a las cartucheras: el Hat-trick de los tratamientos reductores

Guerra a las cartucheras: el Hat-trick de los tratamientos reductores

Bien es sabido que, a insistentes, nadie gana a las féminas. Por eso, año tras año nos rompemos la cabeza en cómo acabar con esos odiosos cojincillos que adornan nuestras caderas. Ya nos sabemos de memoria que la genética tiene mucho que ver, que las comidas grasas y saladas favorecen la acumulación de tejidos adiposos en nuestro organismo y que estar sentadas todo el día en el trabajo genera tales tensiones en nuestras posaderas que las agranda hasta límites insospechados.

¡A Dios ponemos por testigo que lo sabemos! Entonces llegado mayo nos ponemos a dieta rica en fibra, fruta y verdura, no nos saltamos ni una comida para que nuestro metabolismo no pierda ritmo, y nos ponemos a hacer deporte como locas… pero esto, a mes y medio de ponernos un bikini, también sabemos que no es suficiente.

La medicina estética en estos casos es nuestra mayor aliada para luchar contra nuestras archienemigas. Los tres tratamientos estrella de la temporada son:

Con el número uno, la carboxiterapia

Nos reconocemos verdaderas adictas de este tratamiento y de la clínica que mejores resultados obtiene con él, la clínica de la doctora San Gil, en Madrid. La carboxiterapia consiste en la infiltración de dióxido de carbono con microinyecciones localizadas. Así dicho puede dar un poquito de reparo el meterse CO2 para el cuerpo, pero realmente carece de efectos secundarios.

Fue en 1982 cuando se conocieron los efectos beneficiosos del dióxido de carbono producido por algunas aguas termales para tratamientos de las arterias. Al someter a tratamiento a enfermos cardiovasculares se vio que la grasa de alrededor de la zona tratada desaparecía. Después se ha comprobado que además de estimular la lipólisis hace que el organismo libere serotonina, con lo que nos vamos a casa delgadas y contentas, ¡olé!

Son necesarias de cuatro a ocho sesiones de 20 minutos para reducir de cuatro a ocho centímetros y su precio ronda los 80 euros.

Con el número dos, la intralipoterapia

Es uno de los tratamientos más novedosos y efectivos contra las pistoleras. La técnica la desarrollo el doctor Motolese en Italia y consiste en la inyección de una solución acuosa -llamada M en honor a su inventor-. Aquí también es conocido como Aqualix y estimula la disolución de los tejidos grasos y su eliminación a través del sistema linfático.

Las sesiones duran unos 15 minutos y los viales cuestan alrededor de los 90 euros. Después de la aplicación es conveniente usar medias de compresión y darse algún masaje drenante. Es un poco más engorroso que la carboxiterapia pero los resultados son espectaculares. 

Y con el número tres del triplete, la cavitación ultrasónica

La cavitación es el más asequible de los tres tratamientos -dependiendo del centro estético donde te la apliques y de los cupones de descuento que consigas en las numerosas ofertas internautas-. El método consiste en generar burbujas de forma controlada a través de ultrasonidos que acaban con las células grasas sin dañar el sistema sanguíneo. La grasa se vuelve líquida y se elimina a través de las vías urinarias, así que hay que beber agua como locas para eliminarla, al menos dos litros y un gran paseo para estimular la eliminación.

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