Todas las civilizaciones han conferido al más dúctil, brillante y escaso de los metales propiedades míticas, sagradas, ornamentales o simplemente crematísticas. En todos esos siglos, la cantidad de oro arrancado a la tierra ha sido tan escasa que los 24 quilates que califican al oro puro se han convertido en símbolo supremo de riqueza y poder.El oro es un metal de transición blando, brillante, amarillo, pesado, maleable y dúctil. No reacciona con la mayoría de productos químicos, pero es sensible al cloro y al agua regia. El oro está presente en todas partes, generalmente mezclado con una veintena de otros minerales, y suele encontrarse en estado puro, en forma de pepitas o depósitos aluviales. Se calcula que, para obtener una onza de oro (31,10 gramos) hay que moler unas cinco toneladas de rocas. Oficialmente, es “un elemento químico de número atómico 79 situado en el grupo 11 de la tabla periódica”, y su símbolo es Au (del latín ‘aurum’).Por lo demás, es considerado por muchos como el metal más hermoso, siendo, en cualquier caso, el más dúctil que se conoce, pues una onza de oro puede moldearse en una lámina que cubra 28 metros cuadrados, o alargarse hasta convertirse en un hilo de 80 kilómetros de longitud, tan fino como una décima parte de un cabello humano. Históricamente, ha sido uno de los metales más empleados para acuñar monedas.
Minas, los últimos vestigios
Todavía no se ha encontrado la manera de extraer oro del mar, pero la cuestión sigue estudiándose, pues se calcula que la mayor reserva de oro del mundo (alrededor de 10 millones de toneladas) se encuentra en los océanos.En cuanto a las minas, la mayor del mundo, llamada Grasberg, se encuentra en Indonesia (aunque pertenece a la compañía estadounidense Freeport-McMoRan) y ha producido, hasta hoy, más de 2.300 toneladas de oro, seguida de las de Yanacocha (controlada por la Newmont), que ubicada en Perú (donde también destaca la de Pierina, controlada por la empresa canadiense Barrick Gold), y Muruntau, en Uzbekistán (nacional), ambas con 1.800. Pese a ello, en el ranking de las 20 minas más importantes del planeta, cuatro se encuentran en Sudáfrica (Driefontein, Kloof, Great Noligwa y Randfontein, con un total de aproximadamente 4.500 toneladas extraídas) y seis en Estados Unidos (Betze Post, Twin Creeks, Carlin, Cortez, Meikle y Round Mountain; total, casi 7.000 toneladas).En cuanto a la mayor mina del segundo productor de oro del mundo, Australia, es la llamada KCGM (propiedad de dos empresas estadounidenses, Homestake y Normandy), con un total de unas 800 toneladas.
Historia: de lo sagrado a lo profano
Conchas, vacas, sal, plumas, cigarrillos… Muchos bienes han sido usados como dinero antes de la aparición del oro, cuyas características lo convirtieron en el bien por excelencia, aceptado y bendecido en todo el mundo como moneda de cambio. El hombre empezó a extraer oro en el norte de África y en el Mediterráneo oriental, hace aproximadamente 6000 años. Entre las muchas leyendas que le conciernen (sólo en la Biblia la palabra oro aparece 415 veces), hay una particularmente interesante, a saber, la de Jasón y el Vellocino de oro. De hecho, podría tratarse de una historia real, pues es sabido que, sumergida en las aguas de los ríos de montaña, la piel del carnero funciona como un filtro capaz de atrapar partículas de oro. Inicialmente, los egipcios recababan el oro de los ríos, aunque no tardaron en descubrir los yacimientos primarios de Sudán, Etiopia, Zimbabwe, donde llegaron a excavar hasta los 100 metros de profundidad.
El patrón oro: de Newton al oro negro
Ya a finales del siglo XIX, el Patrón Oro regía en todo el sistema económico internacional (de hecho, España era el único país de Europa que seguía teniendo papel moneda no convertible), aunque, debido a la radical interrupción causada por la Primera Guerra Mundial, lo cierto es que no llegó a implantarse legalmente hasta 1944, el año de la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI). Las divisas elegidas por el FMI para garantizar el cambio al oro fueron el dólar y la libra esterlina. Así, el Patrón Oro propició el comercio mundial hasta la crisis del petróleo de 1971 (que según muchos expertos fue, en realidad, ‘la crisis del dólar’), cuando Richard Nixon, entonces presidente de EE UU, cuyo dólar se había devaluado enormemente, optó por retirarse del Patrón Oro. Como consecuencia de ello, también los demás países del mundo fueron paulatinamente abandonándolo, hasta quedar sólo Suiza, la última en rendirse, en 1989.
India, el continente dorado
Pese a que la reserva de oro de Estados Unidos es la mayor del mundo, hay estudios que aseguran que, si se incluyera en las estadísticas el oro usado para decoración e indumentaria, el país con más oro del mundo sería sin duda India, pues según parece, el 20% del oro mundial destinado a tal uso sirve para tejer saris. De hecho, con una media que ronda las 800 toneladas anuales, India es el país del mundo que más oro demanda en el mercado mundial.La veneración de los indios por el noble metal es tan grande y ancestral, que en el país existe un llamado Triángulo de Oro: la ruta une las ciudades de Delhi, Agra y Jaipur, y es destino de miles de turistas cada año. En cuanto a sus reservas de oro, India posee 356 toneladas, lo que la coloca en el puesto número 11 del ranking mundial; cifras que resultan aún más asombrosas si se considera que India no produce oro.
Usos del oro: de la piedra al ‘chip’
Ya en el siglo VII A.d.C. en Italia los dentistas usaban el oro para fabricar dientes falsos. Hoy el oro ejerce funciones críticas en computadoras, comunicaciones, naves espaciales, motores de aviones a reacción y otros muchos productos. Su alta conductividad eléctrica y su resistencia a la oxidación han permitido un amplio uso en forma de delgadas capas depositadas sobre la superficie de conexiones eléctricas para asegurar una buena conexión.El oro coloidal (nanopartículas de oro) es una solución intensamente coloreada que se está estudiando en muchos laboratorios con fines médicos y biológicos. También es la forma empleada como pintura dorada en cerámicas. El ácido cloroaúrico se emplea en fotografía, y el isótopo de oro 198Au se emplea en algunos tratamientos de cáncer y otras enfermedades. También se emplea el oro como recubrimiento de materiales biológicos, permitiendo ser visto a través del microscopio electrónico de barrido (SEM).