Las creaciones de Takashi Murakami no dejan a nadie indiferente, y puede que esta sea la creación más llamativa en su asociación con Hublot. Por lo menos, la estética del MP-15 Takashi Murakami Tourbillon Sapphire Rainbow, que reimagina la icónica flor sonriente en forma de escultura de zafiro engastada con piedras preciosas de colores y equipada con el primer movimiento tourbillon central de Hublot, es literalmente impactante. Esta edición limitada de 20 unidades funde la estética de la tradición artística japonesa con el arte y la cultura contemporáneos, de la que Murakami es uno de sus grandes protagonistas. De todas sus obras, la más icónica es la flor sonriente, que Hublot ha trasladado al contexto relojero a través de varias colaboraciones desde que en 2021 iniciaran su asociación.
El MP-15 es el símbolo de una amistad en pleno florecimiento, nacido de una pasión compartida entre marca y creador que busca traspasar los límites y superar las expectativas. Tras sus modelos epónimos Classic Fusion y una serie de obras de arte NFT emparejadas con piezas únicas, Hublot y Takashi Murakami llevaron su colaboración al siguiente nivel con la presentación del MP-15 Takashi Murakami Tourbillon para la subasta benéfica Only Watch de 2023. Reimaginando uno de los motivos más emblemáticos de Murakami, el MP-15 Takashi Murakami Tourbillon retoma la ‘flor sonriente’ y le da nueva forma a partir de la estética característica de Murakami, en una escultura que fusiona a la perfección el arte contemporáneo, la relojería de vanguardia y un engaste excepcional. Hay que recordar que Hublot ha sido pionera en crear engastes nada usuales, con técnicas en las que muestra un perfecto dominio del efecto arco iris. Para ello, es necesario seleccionar cuidadosamente las gemas que combinan entre sí en una transición perfecta de tonos.
Meticulosamente creada a partir de un bloque de cristal de zafiro, la caja de 42 mm en forma de flor sonriente cuenta con 12 pétalos. Fieles a la paleta cromática de Murakami, cada uno de ellos presenta incrustaciones de titanio pulido engastadas con 444 gemas de colores en total, entre ellas, rubíes, zafiros rosas, amatistas, zafiros azules, topacios azules, tsavoritas y zafiros amarillos o naranjas de talla brillante. Estas piedras están agrupadas de modo que cada pétalo es de un brillante color y diferente tonalidad, igual que la flor sonriente original de Murakami.
Pero además de este increíble engaste, el MP-15 cuenta con otro elemento excepcional y es un calibre mecánico revolucionario. En el corazón del calibre HUB9015 se encuentra el tourbillon volante central, que puede admirarse a través del cristal de zafiro abombado y grabado con dos ojos brillantes y una boca sonriente. El tourbillon central es un tipo de complicación muy poco común que requiere una ingeniería avanzada. En el MP-15, recibe energía de un movimiento de cuerda manual que cuenta con una excepcional reserva de marcha de 120 horas, o lo que es lo mismo, cinco días a pleno rendimiento. Para que la experiencia de dar cuerda sea lo más sencilla posible, Hublot ha creado un estilete especial recargable colocado en la corona que da 100 revoluciones de cuerda a los dos barriletes gemelos que se ocupan de preservar esta autonomía de marcha.
En este trabajo, que hay que considerar como una obra de arte escultural, los preceptos de relojería innovadora y original de Hublot toman carta de naturaleza. Rodeando el tourbillon volante central del MP-15, las horas y los minutos se indican mediante dos agujas que giran alrededor de su periferia. En realidad, las agujas están situadas debajo de la jaula del tourbillon y con las puntas dobladas hacia arriba y hacia fuera gracias a una intrincada construcción coaxial. Para que la lectura de la hora resulte fácil e intuitiva, la abertura cuenta con un anillo de reborde engastado con 12 índices horarios de bastón, el color de cada uno de los cuales es una continuación del color del pétalo correspondiente. La intriga visual del MP-15 queda reforzada por otro elemento importante, y es que la mayoría de los componentes del movimiento han sido esqueletizados y parecen flotar en el vacío. Una auténtica proeza de relojería superlativa. El toque final lo pone la correa, transparente y decorada con el característico motivo floral de Takashi Murakami. Al igual que la caja, la hebilla desplegable es de cristal de zafiro y titanio.