En las fiestas, premiéres, entregas de premios, certámenes y demás eventos en los que se despliega una alfombra roja para que por ella desfilen las estrellas, la apuesta de los invitados masculinos suele ser siempre la misma: el traje. Sin embargo, la sastrería no es la única que funciona en este tipo de contextos. Por mucho que exista un gran repertorio de opciones en esta materia –de silueta oversize, ajustados, en tonos pastel, con raya diplomática, de chaqueta cruzada, en conjuntos de tres piezas o con estampados a cuadros, por nombrar algunos de los ejemplos más recurrentes–, no hay que olvidar que se puede apostar por otro tipo de fórmulas que pueden ser igual de éxitosas.
La apuesta por la sencillez más absoluta con solo un conjunto de básicos es una de esas recetas que se pueden seguir y otra podría ser la de tomar elementos en cierto modo accesibles que podríamos considerar de diario y buscarlos con un punto diferencial para que no desentonen en un contexto como este. Exactamente esta última regla es la que ha movido a Kieran Culkin a elegir el estilismo que ha lucido en las últimas horas.
Un pantalón oscuro, unas botas y un jersey son los tres sencillos elementos que han compuesto el look con el que hemos fichado a Kieran Culkin. Claro que, como se puede apreciar en las imágenes, por sencillos no entendemos sobrios.
Pese a que el pantalón sí que es un modelo de líneas discretas, holgado y en color negro; y las botas tampoco destacan por su corte estridente ni especialmente llamativo; sí que llama la atención el suéter del que se ha acompañado porque no es un básico al uso
En lugar de por un jersey liso de punto fino, el actor de Sucession ha preferido decantarse para acudir a la Bafta NYC Tea Party –acto en el que ha coincidido con el también intérprete Daniel Craig– por un diseño de Hermés grueso en el que cobra protagonismo su original dibujo tie dye en tonos verdes. Un motivo que no suele aparecer en este tipo de piezas pero que ha resultado ser todo un soplo de aire fresco para un contexto como este ya que es el color el que logra alegrar un look que de otro modo sería excesivamente serio.
La Bafta NYC Tea Party se ha celebrado en Nueva York en el marco del festival de cine de la ciudad y la razón de la llegada de Kieran Culkin a esta cita ha tenido que ver con la presentación de su último trabajo tras el final de la exitosa serie de televisión Sucession.
Su nueva incursión en Hollywood es A real pain, una película dirigida y protagonizada por Jesse Eisenberg en la que ambos dan vida a dos familiares que realizan un viaje a Polonia para homenajear a su querida abuela por los lugares del Holocausto, lo que termina degenerando en las antiguas tensiones de esta pareja. Un filme que durante su preestreno en Sundance ya logró llevarse el Premio al Mejor guion y por el que la crítica ha alabado de tal forma la interpretación del hermano de Macaulay Culkin que ya hay quien le sitúa en las quinielas para la próxima edición de los Oscar a llevarse una de las preciadas estatuillas.
