La relojería de verdad: imaginación y calidad con la Fabrique du Temps Louis Vuitton

Michel Navas. Impulsor de La Fabrique du Temps.

Michel Navas. Impulsor de La Fabrique du Temps hace ya 17 años, es un relojero al que le gustan los relojes “imaginativos, complicados, que no puedes ver en otras marcas..., pero también las creaciones sencillas”.

El camino de Louis Vuitton en la relojería se ensancha en la búsqueda de territorios de expresión cada vez más complejos, y de ello buena parte de la culpa la tienen Michel Navas (junto a Enrico Barbasini) y la Fabrique du Temps Louis Vuitton. Navas tiene claro que desde el nuevo Tambour, “el cambio experimentado es tremendo. Antes, el cliente sabía que podía adquirir un reloj de marca; con Jean Arnault hemos decidido ‘cambiar de patio’ –en la escuela cuando lo haces es que ya estás en otro nivel–, porque Jean no quería hacer solo un reloj de producto. Fue una decisión atrevida que nos consultó y le dijimos que nos gustaba porque somos relojeros. Así se produce este giro de casi 180 grados y ahora estamos en ese ‘patio grande’ de la relojería”.

Pero no solo eso, Navas destaca la libertad con la que trabajan. “Nos dejan hacer, incluso cosas que no podíamos realizar en las marcas de las que venimos, aunque sean muy famosas y respetables –yo respeto cada una de las manufacturas en las que he trabajado–, porque aquí puedo realizar lo que no pude hacer en ellas. El handicap indudable es que no tenemos historia; somos muy jóvenes en el mundo de la relojería, pero a cambio podemos hacer un reloj atrevido, siempre con respeto hacia la alta relojería, diferente y con una imagen también muy personal”.

Vista cenital del hall de La Fabrique du Temps Louis Vuitton.

Hay en esa libertad creativa un universo que en este ejercicio ha tomado carta de naturaleza y es la implementación de los distintos oficios artesanales, como el que promueve la trilogía alrededor de una de sus colecciones más reconocibles: Escale. “Estamos ante una interpretación del mundo del viaje de Gastón Vuitton y de un homenaje a un hombre con una pasión muy grande por el arte, especialmente el japonés y nos hemos inspirado en ellos para este tributo en forma de tríptico con tres temáticas: el agua (la carpa), la tierra (la serpiente) y el fuego (el dragón). Tres elementos que además veíamos mucho en las colecciones de Gastón y que requerían que los esferistas, los esmaltadores y los grabadores tuvieran un alto nivel. Algunos los teníamos en La Fabrique du Temps, pero no a todos y por eso hemos trabajado con proveedores”.

De lo que no hay duda es de que La Fabrique du Temps Louis Vuitton está creciendo, tanto en tamaño como en retos, como los que han marcado la llegada de Daniel Roth y Gerald Genta. Para Navas, “eso nos da gasolina a Enrico y a mí, que somos relojeros. Esa aventura de poner a Louis Vuitton en la alta relojería acompañada de estas dos marcas es un placer y nos provoca una ilusión, la que nos transmite Jean Arnault. Es una suerte trabajar con él; tiene una pasión tremenda por la mecánica, por la verdadera relojería. Estamos muy orgullos de lo que se está haciendo en La Fabrique du Temps LV y de la posibilidad que nos dan de utilizar la imaginación que tenemos”.

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