La ropa deportiva también puede ser de diseño

La ropa deportiva también puede ser de diseño

La ropa deportiva también puede ser de diseño

Ralph Lauren, en colaboración con la empresa canadiense OMsignal, han creado una camiseta inteligente que recoge la frecuencia cardíaca y el nivel de estrés para luego enviar los datos a tu smartphone o tablet. La camiseta también indica, gracias a hilos de plata a modo de sensor, la distancia recorrida, las calorías quemadas y la intensidad del movimiento. La información se recoge en una pequeña grabadora a modo de caja, que puede ser retirada para meter la prenda en la lavadora.

Los recogepelotas del US Open de tenis han sido los primeros afortunados en probar estas camisetas negras de nylon. Sin embargo, la venta al público no estará disponible hasta 2015 y se prevé que cueste alrededor de 150 euros.

Tecnología en el uso diario, pero a la moda

La camiseta puede convertirse en precedente en cuanto a ropa en tecnología wearable. David Lauren, vicepresidente ejecutivo de la empresa de su padre Ralph Lauren, cree que la alta costura puede convertirse en alta tecnología: “Esto no tiene que ser usado sólo para el ámbito deportivo. Alguien caminando por la calle puede querer saber cómo está latiendo su corazón o cómo está respirando. Estamos viviendo en una cultura donde las personas reúnen información para vivir una vida mejor, más feliz y sana”.

No es la primera vez que Ralph Lauren se adentra en la combinación de tecnología y moda. A mediados de los años 90, introdujo los pantalones vaqueros de fibra de carbono y las chaquetas de esquí con reproductores MP3 incluidos en las mangas.

Deporte y moda es un éxito seguro

La moda deportiva permite a los diseñadores más prestigiosos llegar a un nuevo público. Desde hace más de 10 años creadores de alta costura como Yohji Yamamoto, Alexander McQueen o Marc Jacobs han colaborado con marcas ‘para todos los públicos’ como Adidas, Puma o Vans para realizar colecciones accesibles.

Estas colaboraciones se traducen en contratos muy lucrativos y publicitarios para ambas partes: los diseñadores de haute couture consiguen acercarse a un nuevo público y los productos de las empresas ganan prestigio y exclusividad. 

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