Miuccia Prada y Patrizio Bertelli
Si hablamos de poder, los primeros de la lista tienen que ser ellos. No hay nada que Miuccia Prada no imagine que no se convierta en tendencia, así sea lo más feo que te hayas echado a la cara. El señor Bertelli se ocupa más bien de la parte comercial del negocio, lo que les convierte en el tándem perfecto.
Victoria y David Beckham
Son una de esas parejas a las que quizá la moda no unió (que bien pensado las Spice Girls famosas eran, pero estilo poco), pero desde luego les ha hecho más fuertes. La carrera como diseñadora de Victoria, que comenzó con todas las reservas del mundo de la moda, no hace más que afianzarse, mientras su marido va madurando que da gusto verle y no se pierde un front row de los desfiles de su mujer, acompañado de toda su prole, a quienes sienta sin pestañear junto a una hierática Anna Wintour. Si su mujer tiene sus propias firmas de moda, David gana más dinero como imagen de firmas (H&M o Belstaff en estos momentos, por ejemplo) que en el campo de fútbol. Y sus hijos también apuntan maneras.
Domenico Dolce Y Stefano Gabbana
Tampoco necesitan mucha presentación. Los italianos artífices de la mamma más sexy del mundo de la moda fundaron la firma que lleva sus apellidos en 1985 y la convirtieron en un imperio que vende moda, perfumes, gafas de sol y complementos como churros. Veinte años más tarde, en 2005, confesaron públicamente que habían sido pareja sentimental pero que se separaban. Su distancia sentimental no ha afectado para nada a su carrera.
Alasdhair Willis y Stella Mccartney
La diseñadora británica acudía a un desayuno de trabajo tras haber abandonado la firma Chloè, sin imaginar que, sentado en esa mesa, estaba sentado un editor que un día se convertiría en su marido, socio y padre de sus cuatro hijos. Esa misma tarde él la llamó y desde entonces no se han separado. Hoy ella dirige la firma que lleva su nombre y él, que lo mismo edita que diseña, es desde el año pasado el director creativo de la firma Hunter.
Inez Van Laamswerde y Vinoodh Matadin
La pareja se conoció en los ochenta en Amsterdam, donde ambos habían crecido. Nació una relación profesional y sentimental que continúa hasta hoy, cuando su nombre Inez&Vinoodh ha rubricado muchos de los trabajos fotográficos más importantes de la moda contemporánea, desde editoriales de moda a campañas de publicidad históricas y colaboraciones con Givenchy, Chanel, Dior, Balenciaga, Chloè, Saint Laurent o Miu Miu, por citar unos pocos ejemplos.
Tom Ford y Richard Buckley
Uno, diseñador estadounidense de fama planetaria, artífice de haber dado la vuelta al calcetín en las correspondientes trayectorias de Gucci y Saint Laurent, y director creativo de la firma que lleva su nombre. Otro, reputado periodista de moda y ex editor de la prestigiosa WWD. Se conocieron en los ochenta y se enamoraron, pese a los 14 años de diferencia de edad. En 2012 tuvieron un hijo, nacido de una madre de alquiler, y en 2014 se casaron.
Natalia Vodianova y Antoine Arnault
Ella ha sido una de las tops más importantes de los últimos años. Su belleza delicada y de muñeca rusa cautivó al rico heredero del imperio Arnault, que cuenta en su (gran) haber con el grupo LVMH que maneja las riendas del lujo en el mundo, de Dior a Givenchy, pasando por Céline. Ella también se enamoró. Tanto que dejó a su marido y padre de sus tres hijos, el multimillonario británico Justin Portman, para irse con el empresario, con quien tuvo su cuarto hijo el año pasado.
Kanye West y Kim Kardashian
Hasta en la sopa y ‘mu jartibles’, que diría un gaditano. Los West-Kardashian no se pierden una: desfiles, portadas de revistas, televisión… Los verás en todas partes. Nadie se explica muy bien el porqué de la fascinación de la moda por una pareja que, en circunstancias normales, sería bastante choni y candidata a no dar titulares más allá de programas como Mujeres y Hombres y Viceversa, pero el caso es que han caído en gracia y, de momento, todos se los rifan. Tu evento es un fracaso si ellos no están.
Rick Owens y Michèle Lamy
Fashion insiders donde los haya y pareja atípica como pocas, ambos han creado un universo propio en el que tanto monta, monta tanto. El californiano Rick Owens ha roto las normas de la moda que le ha dado la gana y es el rey de lo cool, pero aunque pone nombre a la marca, es ella, su musa y esposa, la mente creativa del tándem. Aunque solo sea por su versátil recorrido vital (stripper, cabaretera, camarera, diseñadora, directora de películas, abogada), desde luego tiene mucho que aportar. Solo con ver su look gótico, plagado de tatuajes, dientes de oro y joyería ecléctica uno lo tiene claro. No serán la familia convencional, pero les va como un tiro.
Olivia Palermo y Johannes Huebl
La última de la lista, que quizá debería estar la primera, es esta pareja que acapara todas las campañas, todos los flashes, todas las portadas de las revistas. Ella, la reina del estilo perfecto e impoluto, sea en la Quinta Avenida como una playa española, la it girl por excelencia, venía de una familia acaudalada de Nueva York y se hizo famosa en un reality de la MTV. Él era modelo, pero la fama le llegó como novio de Olivia, cuando se convirtió en su fotógrafo y su novio, y comprobaron que dos juntos vendían más que (en este caso) una sola por separado. Tommy Hilfiger, Mango, Carrera&Carrera, Diane von Furstenberg… El recorrido por separado o en conjunto de este matrimonio hace palidecer a cualquier curriculum del sector. Lo mismo diseñan que sirven de inspiración a diseñadores. La moda son ellos.