L’Envol de Cartier presenta un eau de parfum de contrastes, un singular aroma oriental y transparente, con notas de miel y madera de guayaca´n, elementos resinosos, un almizcle vaporoso y profundo y un trazo de pachuli´ que despierta el espi´ritu.
Adema´s, su presentacio´n no parece un frasco, sino que es un vial encapsulado en una cu´pula de vidrio inamovible, un objeto precioso y moderno que puede viajar solo, un recipiente moderno que contiene un precioso ne´ctar color miel, cuyo amarillo dorado brilla con intensidad. Estamos ante un objeto eterno, moderno y tecnolo´gico, cuyo doble uso inaugura un gesto masculino y meca´nico que consiste en poner en marcha este vial de vitalidad.
Vincent Piche, un director en primera línea del lujo
Fernando Rimblas
Con un disen~o muy cuidado, el frasco se inscribe en la gran tradicio´n estili´stica y creativa de Cartier: la del guilloche´, cuyo ce´lebre motivo se dibuja en el tapo´n, y la del perfume recargable, tradicio´n en la que Cartier sigue siendo precursor con los perfumes ‘Must’ y ‘Santos’. El frasco del perfume L’Envol de Cartier exige la participacio´n de diversos oficios, desde la fabricacio´n tradicional de frascos hasta las artes de la mesa en el savoir-faire vidriero.