L’Epée 1839 presenta en sociedad una Watch Box totalmente mecánica que convierte la visión de un reloj en un espectáculo mientras no se luce en la muñeca. Diseñada en colaboración con Winston Chapman, esta estructura transparente de 215 mm de largo por 150 mm de ancho, con una altura de 140 mm y un peso de 3,4 kg, se convierte en un expositor en el que no se pierde detalle del reloj, pero que además muestra su propio corazón mecánico.

Con solo pulsar un botón, cobra vida: su sistema de elevación mecánica abre la caja mientras que, al mismo tiempo, eleva el reloj de pulsera. Al cerrar la tapa, el mecanismo interno se remonta automáticamente. Como todas las creaciones de la centenaria compañía, la única voluntad es garantizar que sea un accesorio perpetuo. Otro detalle importante: la Watch Box se ha diseñado para funcionar sin necesidad de darle cuerda manualmente.