El ‘total black‘ es uno de los recursos más empleados por quienes más saben de moda. Es elegante, resulta versátil, y favorece a cualquiera. Sin embargo, todavía hay quien encuentra el vestir completamente de negro como una alternativa sosa o incluso triste que no permite mucho margen de maniobra, algo no es para nada cierto.
La creatividad se puede explorar de manera sorprendente con los looks monocolor oscuros, solo es cuestión de escoger bien las prendas de las que tirar para que el resultado sea el deseado en función del contexto. Por ejemplo, hace unos días sobre la alfombra roja de los premios MTV VMA vimos varias fórmulas interesantes en este sentido para ocasiones que requieren de cierta formalidad y que tenían la sastrería como protagonista indiscutible. Ahora, en cambio, ha sido en el Gran Premio de Fórmula 1 de Azerbaiyán donde hemos podido fichar una propuesta en clave relajada. El artífice de esta última ha sido, como no, Lewis Hamilton, y merece la pena detenerse en ella porque se aleja de los elementos típicos de estos estilismos.
Lewis Hamilton tiene la capacidad de convertir cada competición de Fórmula 1 en una auténtica pasarela y así lo lleva demostrando desde hace tiempo. Esta temporada especialmente porque aún no ha habido momento en el que se haya pillado al británico en un renuncio estilístico.
De sus looks se puede aprender mucho y en este caso lo que ha probado el piloto es que lucir solo prendas y complementos en negro no es en absoluto aburrido. Su objetivo era lucir de un modo desenfadado por el circuito de Baku y lo ha logrado gracias a dos prendas de la colección otoño-invierno ideada por Kim Jones para Dior.
La primera ha sido un pantalón ancho de pinzas como los que habitualmente luce el deportista y, la segunda, una original camisa tipo suéter que destaca por el trío de lazos anudados que adornan la parte delantera y los que aparecen en los puños para así lograr un efecto contemporáneo, la cual se ha confeccionado en sarga de algodón negra y cuenta con un bordado Christian Dior Couture. Ambos elementos de la firma francesa para la que Hamilton ejerce de embajador y diseñador invitado quedan perfectamente integrados en cuanto a la intensidad del tono en el estilismo, de manera que se aprecia en conjunto a modo de un consistente bloque que no es para nada monótono.
El esquema ‘total black’ lo ha completado Lewis Hamilton con unas contundentes botas de suela dentada obra de la marca Marsèll y unas gafas de sol con montura de acetato de forma redondeada firmadas por el sello Gentle Monster.
El único detalle con el que el piloto de Mercedes se ha saltado la monocromía ha sido con el fino collar de perlas que ha adornado su cuello, una gargantilla que la le habíamos visto lucir y que ha sido la responsable de añadir cierta luminosidad a su rostro.