Es un motivo fácil para romper el hielo
Si el tatuaje se luce abiertamente y se ve, resulta una razón muy sencilla para entablar conversación con el que lo lleva. El tatuado lo luce porque le encanta que se lo miren, así es que preguntarle por el tatuaje es una pregunta que siempre será bien recibida. Para el que la pregunta es mucho mejor que las manidas preguntas sobre qué es lo que se hace en la vida… Un buen tatuaje casi siempre lleva una buena historia detrás y de ahí partirán gustos o historias que compartir…
Parecen más valientes
Los hombres que llevan tatuajes en los brazos, en la espalda … parecen más valientes, más osados. Quizá sea esa herencia carcelaria del tatuaje y la idea que resta en el inconsciente colectivo de que los tatuados son hombres fuertes y rudos… Su compañía resulta un seguro en muchas ocasiones… más por lo que sugiere que por la verdadera personalidad de quien lo luce, que seguramente será un alma cándida que rehúya las peleas… Pero por si acaso, llevarlo del brazo da seguridad antes de que le pregunten nada.
Suelen estar muy buenos
Los hombres que se tatúan suelen cuidar bastante bien su físico, así es que además de lucir tatuajes, lucen el físico donde se lo han grabado: antebrazos poderosos, tabletas, pectorales… de escándalo. El tatuaje es casi un seguro de físico potente. Si no os habéis fijado los que sois de gimnasio… ¿No lo habéis comprobado este verano en las playas?
Son más pacientes
Alguien que se ha sometido al diseño de un tatuaje que ha durado varias sesiones de varias horas, sin contar con los cuidados que supone cada sesión hasta el final… Suele ser alguien que pone a prueba su paciencia. Lo que se traduce que en situaciones de discusión, de pruebas de vestuario, etc. responderá mejor que los demás. Aguantará el tipo porque lo tiene entrenado para eso.
Soportan mejor el sufrimiento
Por la misma razón que el anterior… alguien que pone a prueba su paciencia y que soporta además el dolor de agujas inoculándole una tinta indeleble en las capas más profundas de la piel, sabe de lo que se habla en cuanto a dolor se refiere. Lo ha elegido, sí, pero lo ha soportado. Seguramente será alguien más empático a la hora de compartir dolores del cuerpo… y del alma.