Si un lugar representa perfectamente los valores y la filosofía de Patek Philippe, ese es sin duda su Salón en Ginebra. En 1853, y debido al gran crecimiento que había experimentado la compañía durante sus primeros años de vida, Patek Philippe necesitó un local más grande, y eligió el emblemático edificio situado en la Rue du Rhône número 41 para instalar su sede corporativa.
La compañía adquirió el edificio en el año 1891 y contrató al arquitecto Jacques-Elisée Goss para que dirigiera todos los trabajos de renovación y modernización del edificio. Desde entonces, éste se ha convertido en un lugar de gran interés histórico para la ciudad de Ginebra
En la actualidad, el Salón, es un espacio abierto a clientes y admiradores de Patek Philippe en el centro de Ginebra. El edificio es una especie de hogar espiritual para la marca y sus visitantes, unos 80.000 al año, pueden admirar en vitrinas la colección completa de los relojes Patek Philippe en todo su esplendor. También es un centro de venta y atiende a clientes provenientes de todo el mundo.
El edificio también se utiliza para recibir visitas y celebrar actos relacionados con la marca. Un experimentado equipo de relojeros vela por el buen funcionamiento de todas las piezas que hay en el Salón, así como por su mantenimiento y cuidado. Además del Salón de Ginebra, Patek Philippe tiene otros dos Salones en París y Londres, dos de las ciudades más importantes de Europa. El Salón parisino está situado en la Place Vendôme de la capital francesa y el londinense, en la afamada Bond Street de Londres.
En definitiva, los Salones Patek Philippe son la mejor representación de la empresa misma y de los relojes que produce, además de reflejar perfectamente los caracteres de cada una de las ciudades en las que se encuentran. Espacios elegantes y acogedores concebidos para vivir los valores de la marca ginebrina en su total plenitud.
