Mazda cx-60, redefinir la experiencia premium en la carretera

Mazda cx-60, redefinir la experiencia premium en la carretera

Mazda cx-60, redefinir la experiencia premium en la carretera

Mazda lleva cien años integrando en sus automóviles una serie de cualidades que lo convierten en sinónimo del lujo deportivo: equilibrio en el diseño, tecnología orientada al bienestar del conductor y la importancia del acabado artesanal. El objetivo, que el conductor disfrute y optimice su experiencia sobre la carretera. Este deseo ha sido sintetizado en uno de sus modelos estrella, el Mazda cx-60, el primer híbrido enchufable de su categoría SUV en Europa -el más lujoso diseñado hasta el momento-, que se adapta a un perfil de conductor que busca sostenibilidad y autonomía de movimiento. 

Un compromiso con el servicio

El conductor es el eje principal en la experiencia Mazda; por ello, en los últimos años la compañía se ha dedicado a avanzar en la calidad de sus prestaciones, ofreciendo, por ejemplo, una mejor conectividad en todos los ámbitos, desde la posibilidad de acceder a funciones del coche por control remoto hasta la actualización del software del vehículo sin tener que acudir al taller.

La última novedad, la marca nipona duplica la garantía en toda su gama hasta los seis años o 150.000 km. Con esto, Mazda se compromete a seguir buscando el bienestar y la confianza del usuario, lo que le ha granjeado ser una de las marcas con mayor crecimiento sostenido en los últimos años y un excepcional servicio de posventa.

El valor de una experiencia premium

El Mazda cx-60 garantiza una experiencia única para el conductor exigente, pues en un mismo automóvil une la vocación artesana con la vanguardia tecnológica. El resultado es el modelo de producción en serie más potente en la historia, gracias a la unión de un motor de gasolina -2.5 l. Skyactiv-G de cuatro cilindros- y otro eléctrico de 129 kW, y una batería de alta capacidad de 17,8 kWh y 355 V. Además, ofrece una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 5,8 segundos y una velocidad punta de 200 km/h. 

El Mazda CX-60 es el candidato ideal para todos aquellos usuarios que no renuncian a la calidad, pues encarna a la perfección el concepto de coche premium, gracias al vínculo natural que establece entre el conductor y la carretera. Además, cumple con los más altos estándares en cuanto a sostenibilidad, pues reduce sus emisiones gracias a su tracción trasera o integral y caja de cambios automática de ocho velocidades, independiente a la motorización escogida. 

Una estructura sólida y líneas atléticas definen el exterior del Mazda cx-60.

Exquisito diseño exterior

La inspiración en la naturaleza y en la herencia artesanal japonesa hacen de este vehículo un modelo especial. La armonía y belleza que lo caracterizan es posible gracias al concepto de automóvil Crafted in Japan, que utiliza el reconocible diseño Kodo -un cuidado proceso de elaboración llevado a cabo por los takumis, artesanos que trabajan en la fabricación de los vehículos Mazda-. En este proceso, a partir del modelado de un bloque de arcilla, se proyectan las distintas formas que un coche puede adoptar, partiendo siempre de la pureza de líneas. Para ello, se integran conceptos tradicionales japoneses como el Ma, la búsqueda de la belleza serena en el espacio vacío. 

La silueta del Mazda CX-60 es dinámica y robusta: su estructura presenta una sección frontal alargada y tridimensional, y una trasera corta. Su parrilla, que integra su tradicional forma de ala y un innovador sistema de iluminación, cuenta con nuevas proporciones. Así, la apariencia de este modelo es más elevada que modelos anteriores de la compañía. Esta idea de concebir el coche como una obra de arte permite que los automóviles a tamaño real combinen la visión artística con la del diseño y la del producto.

La compañía se ha inspirado en la doctrina budista y su concepto de ‘menos es más’ para la elección de los colores. Entre ellos, destaca el nuevo Rhodium White, junto a otros característicos de la marca como el Soul Red Crystal y el Machine Grey. 

Su interior responde a la tradición estética nacida en Japón. Los protagonistas, la madera natural y tejidos de alta calidad.

Interiores marcados por la tradición ancestral

Los interiores del Mazda CX-60 están realizados de forma que el conductor sienta el vehículo como su propia casa. En esto radica parte de la esencia premium que este coche respira. Los maestros artesanos de Mazda consiguen en este modelo una experiencia de conducción óptima, gracias, por ejemplo, a la aplicación de la filosofía Jinba Ittai, en la que conductor y automóvil se unen en un espacio amplio y natural. La disposición de elementos como el cuadro de mandos o paneles de puertas están diseñados para hacer del habitáculo un espacio abierto. La sensación de amplitud la generan se ve favorecida por elementos como su panel de instrumentos -con líneas continuas desde las salidas laterales del aire acondicionado hasta las molduras de las puertas- o su consola central -proyectada hacia el interior del habitáculo-.

Otros conceptos estéticos nacidos en Japón también moldean el Mazda CX-60; es el caso del Kaichô -la búsqueda de la irregularidad que combina texturas y materiales como la madera de arce, el cuero napa, refinados tejidos japoneses y detalles cromados-, o el Musubu -el arte de anudar y conectar-, tangible en los detalles de las costuras del panel del salpicadero. Su dinámica de conducción está basada en la Arquitectura escalable multisolución Skyactiv, que permite al vehículo adaptarse a la disposición de motor delantero longitudinal y tracción trasera.

Mazda combina en sus interiores la tradición artesanal con la arquitectura y versatilidad propias de un SUV.

Tecnología que simplifica la experiencia de conducción

La tecnología que Mazda implementa en sus automóviles se destina al total confort del conductor. Para que éste se sienta el centro de la experiencia, el Mazda CX-60 incorpora un alto nivel de personalización, por ejemplo, en el puesto de conducción, donde el volante ha sido dispuesto de forma cómoda y ergonómica. Así, el conductor solo ha de concentrarse en la carretera, en el tráfico y en disfrutar del trayecto. 

Este nuevo sistema de personalización responde a tres funciones específicas: guiado automático de la posición al volante, restablecimiento automático de los ajustes y asistencia para entrar y salir del vehículo. Además, el Mazda CX-60 incorpora por primera vez tecnologías destinadas a incrementar la seguridad del vehículo, como el See-Through View, un monitor de visión 360° que amplía el campo de visión durante la circulación a baja velocidad; el control de descenso de pendientes (HDC), que facilita el descenso por pendientes pronunciadas; y el Cruise Control (i-ACC), con limitador de velocidad basado en el reconocimiento de señales de tráfico.

Salir de la versión móvil