Una de las grandes virtudes que se aprecian al conversar con el actor Miguel Angel Muñoz (Madrid, 1983) es su decisión por «devolver a la vida» todas las oportunidades que le permitieron construirse como persona y convertirse, profesionalmente, en uno de los rostros más reconocibles del panorama audiovisual. El madrileño lleva 30 años construyendo una sólida carrera en cine y televisión, experimentando en distintos géneros, desde el drama, hasta thrillers y documentales, entre ellos, su premiado 100 días con la tata. También fuera de la pantalla, con su productora Paciencia Films, trabaja actualmente en dos nuevos títulos: Tu tijera en mi oreja y Madreselva, dirigido este último por Nata Moreno y protagonizado por Marina Salas, Víctor Sanz, Estefanía de los Santos y Luis Tosar, y premiada recientemente con nueve estatuillas de las 11 a las que estaba nominada en el Festival de Cine de Talavera de la Reina.
Desde que con diez años el director Jaime de Armiñán le ofreció protagonizar su primera película, El palomo cojo, la ilusión y el trabajo duro han sido han sido dos constantes en su trayectoria profesional, cuyo éxito atribuye en parte a todas las personas que le brindaron esa primera oportunidad de colocarse delante de las cámaras escogido entre decenas de candidatos. La más reciente, la de interpretar a Julio Iglesias en el biopic Bosé, emitido actualmente en Telecinco.
De oportunidades precisamente trata su último proyecto como embajador de la nueva campaña de Ayuda en Acción, En su oporTUnidad estás TÚ, que pretende concienciar sobre la importancia de generar oportunidades para las personas que viven en contextos vulnerables a causa de la pobreza, la desigualdad o la violencia. La realiza junto a su colega Marta Hazas, con un claro objetivo, el de «inspirar a las personas a unirse a la construcción de un mundo más igualitario con oportunidades para todos». Hablamos con el actor madrileño acerca de su definición de éxito -que no implica necesariamente conquistas profesionales-, la necesidad de reinvención en su vida personal, y de cómo cada uno de nosotros, en mayor o menor medida, podemos ser generadores de oportunidades para el prójimo.
Tras 30 años de carrera en el cine y la televisión, has realizado proyectos en distintos géneros. ¿Existe en la profesión de actor una necesidad de repensarse constantemente, tanto personal como profesionalmente?
Creo que no está en nuestra mano reinventarnos como actores. Yo me reinvento en la vida. Por suerte sigo trabajando desde que comencé. Las oportunidades de renovarte profesionalmente te las dan los personajes. Yo me reinvento en la vida porque soy muy inquieto, pero como actor, intento no perder la ilusión y la pasión. El último trabajo en relación a lo que el personaje se alejaba de mí fue El crack cero, con Jose Luis Garci en 2019, pero no fue algo que yo haya decidido, si no que se dio así porque él me dio la oportunidad.
¿Qué referente te viene a la mente si hablamos de reinvención?
Michael Keaton, por ejemplo. ¿Fue él mismo quien se reinventó haciendo Birdman, muchos años después de habere protagonizado Batman? ¿O fue Iñiárritu el que lo reinventó dándole el papel?
La definición de éxito suele venir acompañada de la necesidad de reconocimiento ajeno. ¿Qué es para ti el éxito? ¿Está ligado a lo profesional?
Para mí no. Creo que es más importante el ámbito personal, rodearte de amigos que te quieran más allá del éxito profesional que tengas. Lo que llaman ‘la familia elegida’. Éxito es disfrutar de lo que haces independientemente de los reconocimientos que obtengas por ello. No se trata de hacer un check, ni para uno mismo, ni para los demás. A veces incluso uno puede estar en la plenitud de su vida y no ser capaz de verlo.
¿A qué dedicas tu tiempo actualmente?
Ahora mismo estoy poniendo voz a la nueva campaña de Ayuda en Acción, que trata sobre dar oportunidades. Uno no puede tener éxito si no tiene oportunidades. Y no hablo solo del ámbito profesional. Con esta campaña fomentamos el ofrecer formación, educación, acompañamiento y trabajo a personas necesitadas, porque muchas de ellas tienen condiciones de vida complicadas. También estoy escribiendo la que espero que sea mi próxima película como director y en promoción de algunos de mis últimos proyectos, entre ellos una nueva película que rodé para Netflix.
¿Dirías que vives ahora una vida más sosegada?
Quizás sí, pero no del todo. Estoy en un momento de reflexión. He cumplido 40 años recientemente, miro hacia atrás y me siento orgulloso de lo vivido, más personal, pero también profesionalmente. Estoy en un momento importante a nivel vital. A partir de cierta edad, el horizonte se mira de otra forma, y sí que existe una perspectiva diferente en relación a algunos años atrás.
Se te ha visto implicado en varias causas solidarias, entre ellas, la importancia de la salud mental o la lucha contra la sequía en África. ¿Es necesario el altavoz de los personajes mediáticos para hacer visible estos movimientos?
Es muy importante, pero tiene que nacer de la persona y que esta se sienta cómoda con lo que va a transmitir. Me pasa que recibo muchas propuestas para poner voz a distintas causas solidarias y empatizo con la mayoría de ellas, pero muchas veces no puedo hacerlo, bien por calendario o por otros compromisos. Hace tiempo que me siento muy agradecido a la vida y lo quería devolver de alguna manera. No considero que todo el mundo tenga que hacerlo, solo quien pueda y se sienta cómodo con ello. Nuestro altavoz sirve para que se escuche con un poco más de atención lo que no escucharíamos de otra manera.
¿Por qué Ayuda en Acción? ¿Qué valores compartes con ella?
En realidad fue Ayuda en Acción quien me eligió a mí como embajador de esta campaña. Creo en ella porque estoy muy agradecido con las oportunidades que tuve en mi vida. Me siento muy orgulloso de participar en algo que creo que es importante, como dar oportunidades a gente que las necesita.
La campan?a En su oporTUnidad esta?s TU? pretende concienciar a la sociedad sobre la importancia de generar oportunidades. ¿Cuál fue tu gran oportunidad?
He tenido muchas. Por eso me siento muy identificado con lo que transmito. Casi cada día surgen oportunidad, unas mas grandes y otras mas pequeñas, de cambiar algo, de ser mejor persona, de hacerlo mejor en tu trabajo, de pedir perdón… En esta campaña menciono la oportunidad que tuve cuando hice la serie Un paso adelante, con mi amigo Jesús del Cerro. Yo era el único que no bailaba, pero él confió en que trabajaría más que nadie para estar a la altura. También la que me dio el productor Luis Méndez y Paco Rabal cuando hice mi última audición para el El palomo cojo, mi primera película.
¿Sueños por cumplir?
Muchos. Manejar un helicóptero, un avión… Viajar a Australia, escalar un glaciar más alto del que ya escalé, volver a saltar en paracaídas y hacer una travesía en barco, a ser posible en vela.