Pintor, gemólogo y joyero de profesión, Miguel Gómez Molina (Málaga 1968) aterriza en Madrid con su nueva exposición El tiempo es mío, donde reivindica el color y el dibujo como protagonistas de su obra. Lo hace dela mano de Malvin Gallery, un espacio que reúne en el corazón de la capital una selección de renombrados creadores contemporáneos.
En esta nueva muestra el malagueño revela su sintonía con una norma de conducta, un principio que trasciende la mera creación artística. Esto da lugar a una armonía perfecta entre la obra y la vida del creador. El dominio sobre el dibujo, el color e incluso su ausencia, se equipara al control que ejerce sobre el tiempo. Esta destreza transforma el diálogo entre el arte y el espectador gracias a una serie de mensajes ocultos, canciones y signos que configuran un laberinto, obligando a navegar por las claves de la imaginación del artista. Entre guirnaldas y garabatos, el artista redescubre el concepto de existencia.
Tras vivir durante su juventud en ciudades como Broadstairs, París, Lausana o Santa Mónica, Gómez Molina ha construido en su obra un eclecticismo creativo y personal. Sus exposiciones están presentes en ciudades de España y Suiza, mientras que sus creaciones adornan colecciones particulares y públicas en Abu Dabi, Alemania, Bélgica, Catar, Estados Unidos, Dubái, Rusia, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Marruecos, México, Reino Unido, Suiza y Ucrania.