La fascinación de la casa Cartier por los diamantes es tan legendaria como su forma de tratarlos. A lo largo del tiempo, sus diseñadores se han ido adaptando a los tiempos, y a las maneras de vestir y adornarse de sus clientes. Y sin embargo, una joya Cartier siempre tiene una personalidad propia, un refinamiento inconfundible. Un atrevimiento a pasar la frontera de lo establecido.
Este es el caso de las tres nuevas piezas creadas para el hombre contemporáneo. Tres joyas masculinas –un alfiler, un clip y un broche de ojal– en forma de clavo, pantera o cascada floral. Son impactantes, porque su diseño rotundo no puede pasar desapercibido. Sin embargo un hombre elegante encontrará el momento de adornarse con ellas por su modernidad y discreción.
En una ocasión de gala, es un es un símbolo de distinción sustituir corbata y pañuelo por un broche con con cinco diamantes, uno de ellos móvil; o por un alfiler de corbata en forma de clavo que se puede poner en el ojal, o por un clip que se ajusta al bosillo superior de la chaqueta sustituyendo al panuelo.