La vida está llena de colores y nuestros pies lo saben. Si bien en las manos esta temporada son tendencia los tonos más conservadores o incluso la inefable manicura francesa, los pies han decidido tomar el rumbo de sus propios pasos y volverse más atrevidos. Los colores flúor, los corales y los turquesas llenan de alegría nuestras pisadas.
Aunque son objeto de culto para innumerables fetichistas, los pies no suelen tener la atención que merecen por parte de muchas de nosotras. Unos pies mal arreglados, con grietas en los talones o con uñas propias del mismísimo Belcebú pueden llevar al traste al el mejor y más chic de los estilismos. Por eso hoy os vamos a contar nuestro ritual de pedicura para lucir unos pies bonitos, sanos y cuidados.
En primer lugar y ante todo: Limpieza
Tener los pies limpios y bien preparados para una pedicura fashion es fundamental. A nosotras nos gusta sumergir los pies durante un buen rato en agua templadita, con unas gotas de aceites esenciales al gusto para aromatizar y suavizar, y frotar con una crema exfoliante que elimine impurezas. El exfoliante de pies de Neutrógena es de los más efectivos y por tan solo unos 7 euros. Una vez exfoliados, lo mejor es aplicar una lima láser para alisar y pulir la piel que haya quedado seca y rugosa. La firma Beter tiene una amplia gama de limas láser a partir de 5 euros.
En segundo lugar, cortar y limar las uñas
Siempre que se corten las uñas con tijeras, el corte debe ser horizontal y la forma se le dará después con la lima. Si se da la forma con la tijera, el crecimiento de la uña se vuelve irregular y empiezan a aparecer los temidos uñeros. Y, además, ¡ojo! Las cutículas se retiran, nunca se cortan, son una barrera natural frente a bacterias y porquerías externas de todo tipo.
En tercer lugar, el color.
Esta temporada marcas como Dior o Nars han sacado dúos de lacas para pies y manos. Verde menta y verde esmeralda, fucsia y azul… las combinaciones son tan variadas como gustos y colores. Para lucir un color brillante hay que aplicar dos capas y un top coat transparente de remate. Un detalle sencillo a la par que imprescindible es usar un separador de dedos a la hora de aplicar el color… y si no tienes ninguno, a la antigua usanza, un boli Bic entre dedo y dedo. Es un poco más doloroso pero cumple su función.
Y para finalizar, el toque de distinción: La hidratación.
Hay que dejar que las uñas se sequen bien para aplicar la crema hidratante. Nosotras seguimos fieles a la firma de farmacia Neutrógena por su grado de hidratación. Y si además cada noche antes de ir a dormir aplicamos un poco de vaselina en uñas y talones, ¡los pies amanecerán más bonitos que un Sanluis!