Para que os hagáis una idea.
– ¿Qué pensaría un indigente si te viera así? -me riñó el otro día un compañero de la tele.
– Pues que tiene hambre y que quiere una casa -le contesté-. Mis pantalones son lo último que le importa a alguien que está viviendo en la calle.
– Pero, ¿no te das cuenta de que destrozarte la ropa es una falta de respeto para determinadas personas? –insistía él.
Imaginad si le llego a contar que el modelito en cuestión se vendía por más de 250 euros –aunque yo lo compré en rebajas a 95-. Le da un soponcio. Se queda tieso en el ascensor.
Pero, volvamos al inicio, ¿por qué nos ponemos los vaqueros rotos? En realidad la cuestión sería no sólo por qué nos los ponemos, sino ¿por qué compramos más caros unos pantalones rotos que unos impecables?
Fácil: por sentirnos aceptadas, por vivir con la ilusión de que formamos parte de un grupo, por no ser diferentes. La moda es, en el fondo, eso. El cromo que nos ponemos en la frente para identificarnos como parte de la sociedad cool. La que mola.
Combina tu outfit con nuestros tonos primaverales. #tendencias #manicure #nails #bardotbeautysalonmurcia #uñasmurcia #nailsofinstagram #pedicure #outfit #color #primavera #spring #azules #vaquerosrotos #converseallstarUna foto publicada por Bardot Beauty Salon (@bardot_beauty) el31 de Mar de 2016 a la(s) 1:54 PDT
Mientras tanto, hoy ha refrescado. Y por los agujeros de mis pantalones me está entrando mucho frío. Pero aguanto estoica. Voy a la moda. Y eso se paga. Para presumir hay que sufrir, como decía mi madre.
https://twitter.com/Marabilias/status/736499765861437440