Después de presentarlo de manera oficial en el Festival de cine de Tribeca, Londres ha sido el lugar escogido para el estreno mundial de Federer: Twelve Final Days, el esperado documental que ahonda sobre la figura de la leyenda del tenis Roger Federer.
El deportista de origen suizo ha hecho gala de su elegancia habitual vestido con un elegante traje azul marino, una camisa blanca y unos zapatos negros a juego con la corbata –único accesorio junto con el exclusivo Rolex que adornaba su muñeca– a su llegada a la premiére, a la que por cierto también ha acudido la hija de la princesa Ana de Inglaterra, Zara Tindall, acompañada por su marido Mike.
Será el 20 de junio cuando llegue a Amazon Prime Video este filme que promete grandes momentos para los amantes del deporte de la raqueta ya que en él Roger Federer habla abiertamente sobre cómo su carrera y sobre algunos de los rivales más célebres que ha tenido sobre la pista como son Rafael Nadal, con quien mantiene una buena amistad, o Novak Djokovic. «Creo que no le di el respeto que merecía y lo demostró mejorando muchísimo en muy poco tiempo y convirtiéndose en un tenista increíble, simplemente monstruoso», dice Federer sobre el serbio en un momento del documental. «Mi rivalidad con Rafa era espectacular y nos llevábamos genial. Cuando irrumpió Novak, creo que mucha gente pensó que el tenis no necesitaba un tercer hombre. Llegó con su arrolladora personalidad y esa ambición sin límites que tanto le ha impulsado, y creo que eso puso a la defensiva a muchos aficionados», apunta.
El tenista aprovecha este espacio para reflexionar también sobre el paso del tiempo y sobre la importancia del legado en esta película dirigida por Asif Kapadia, conocido por haber sabido retratar también las figuras de la artista Amy Winehouse, el piloto Ayrton Senna o el futbolista Diego Maradona.
«Tuve que trabajar duro para que fuera fácil»
Fue en el 2022 cuando Roger Federer anunció que se retiraba del tenis profesional a los 41 años después de ganar 20 títulos de Grand Slam durante dos décadas. Desde su última aparición en la Laver Cup como parte del Equipo Europa las cámaras han captado los diferentes pasos que ha ido dando el tenista desde su adiós a la primera plana y celebra su larga trayectoria.
Hace apenas unos días, el deportista recibía a sus 42 años el título honorífico de Doctor en Letras Humanas en la universidad de Darmouth donde ofreció un inspirador discurso sobre la importancia de saber perder para aprender a ganar. «Es un mito la frase ‘sin esfuerzo’. La gente decía como un elogio que mi juego era sin esfuerzo. Pero solía frustrarme cuando decían que apenas sudaba -se sinceró-. Tuve que trabajar muy duro para que pareciera fácil. Pasé años quejándome, insultando y lanzando mi raqueta antes de aprender a mantener la calma», empezó diciendo Federer. «Ganar sin esfuerzo es el mayor logro, pero yo había estado trabajando duro cuando nadie estaba mirando. No llegué donde llegué sólo por mi talento. Llegué allí tratando de superar a mis oponentes -explicó. Creía en mí mismo. Pero esa creencia hay que ganársela», añadió.
«El talento importa, pero la mayoría de las veces no se trata de tener un don. Se trata de tener agallas. La disciplina y la paciencia son talentos. Confiar en uno mismo es un talento. Abrazar el proceso, amar el proceso es un talento. Algunas personas nacen con esos talentos. Todo el mundo tiene que trabajar en ellos», puntualizó Federer antes de terminar hablando sobre por qué es necesario saber perder.
«Juegues a lo que juegues en la vida, a veces vas a perder. Es una montaña rusa con muchos altibajos. Y es natural, cuando estás abajo, dudar de ti mismo. Sentir lástima por ti. Pero la energía negativa es energía desperdiciada. Y el signo de un campeón es convertirte en un maestro de la superación de los momentos difíciles. Los mejores no lo son porque ganan todos los puntos sino porque saben que perderán una y otra vez y han aprendido a lidiar con ello», explicó.