Ahora que el grunge parece haber vuelto a las tendencias de moda, contar con una camisa de cuadros se torna imprescindible. En realidad ni siquiera debería hacer falta que en las últimas temporadas haya cogido relevancia esta pieza porque su versatilidad debería ser suficiente para que figurara en la categoría de básicos. Al fin y al cabo es cómoda, sienta bien y no requiere de demasiado esfuerzo a la hora de lucirla.
Hay una característica más que la convierte en fundamental y es la manera que tiene de adaptarse a múltiples contextos durante todo el año. Puede que el verano no sea la época en la que mejor encaja esta prenda teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos suele estar confeccionada en tejidos poco recomendados para sobrevivir al calor, pero, si se sabe cómo combinarla, no tiene porqué ser un error. Y sino fíjate en cómo acaba de lucirla Ryan Gosling a su paso por París.
El inolvidable Ken de Barbie no renuncia a una buena camisa de cuadros ni siquiera en los días en lo que el termómetro marca cifras altas y su opción para llevarla es aquella que nunca falla: encima de una camiseta blanca, completamente desabotonada y con las mangas remangadas. Este es el modo más frecuente de sacar partido a esta prenda y no es casualidad, ninguno como este resulta más cool.
El modelo por el que Ryan Gosling se ha decantado juega con los tonos rojos, amarillos y azules con las diferentes líneas de este estampado geométrico y por eso lo ha acompañado de manera informal con un pantalón en color crudo y unos zapatos verdosos.
Unas gafas de sol y una gorra beisbolera –de esta última en realidad ha lucido dos diseños, primero una blanca y luego una verde, ambas oficiales del merchandising de los JJOO– han sido los complementos con los que ha redondeado el intérprete este relajado estilismo, que es con el que ha sido visto en las gradas que se han montado en el palacio de Versalles para poder seguir las pruebas ecuestres de los Juegos Olímpicos de este año.
Ryan Gosling ha viajado hasta la capital francesa junto a su pareja, la también actriz Eva Mendes, y las dos hijas que tienen en común –Esmeralda y Amada, de 9 y 8 años respectivamente– para disfrutar de una de las jornadas de los Juegos Olímpicos.
Sus nombres se unen así a los del resto de estrellas de Hollywood que en los últimos días han querido pasar por París para asistir a distintas competiciones, como es el caso de Jessica Chastain, Tom Cruise, Sharon Stone o Natalie Portman, entre otras.