El rostro
Como las vacaciones son para eso, tampoco te has preocupado mucho en cuidarte la piel del rostro, lo has dejado en lo mínimo, si acaso un poco de crema después de la ducha. Es posible que a tu vuelta a casa notes algunos cambios, puede que la piel esté más seca, irritada e incluso empezar a aparecer granitos. Lo más importante es que vuelvas (o comiences una rutina) que incluya, sobre todo, limpieza por la noche, pero no está de más que a lo largo del día, siempre que tengas oportunidad, hagas otra limpieza algo más ligera, por ejemplo con agua micelar.
Hidratación después de la limpieza y exfoliación para eliminar las células muertas de la epidermis una vez a la semana harán el resto.
Cuando tu bronceado empiece a borrarse y ya no luzca tanto como al principio, quizá sea momento de realizarte un peeling y un tratamiento hidratante con un especialista. “La dermis tiene que renovarse para el otoño y el invierno. El peeling puede ser superficial, medio o profundo y el método para realizarlo debe ser elegido por el especialista de la clínica, una vez valorado tu tipo de piel y necesidades”, dice el cirujano plástico Moisés Martín Anaya. Después será necesaria mucha hidratación con productos específicos.
Manchas por el sol
Una de las consecuencias más comunes de la exposición al sol es la aparición de manchas en la piel, que en edades jóvenes son más frecuentes en mujeres, pero a medida que envejecemos también aparecen en hombres. “Realizar un diagnóstico de la piel después del verano es imprescindible para estudiar tanto las nuevas manchas aparecidas como el cambio de forma u oscurecimiento de las que ya se tenían”, dice la doctora Adriana Ribé, médico dermatopatóloga y directora de Ribe Clinic.
Los léntigos solares, también conocidos como manchas de la edad, son aquellas manchas que aparecen en zonas expuestas al sol y tienen una forma redonda de márgenes irregulares. Su origen está en relación con la edad o con el exceso de exposición al sol.
Para estos casos la doctora Ribé aconseja el láser Q-switched RevLite o el láser Alejandrita de Pulso Variable (Elite MPX) para eliminar, en una sola sesión, este tipo de manchas.
“La luz del láser destruye las células con un exceso de pigmento sin dañar el tejido circundante” nos explica la Dra. Ribé, “y así se eliminan por completo” (cuesta entre 200 y 400€, según el número de lesiones).
Vete a la pelu
Una de las visitas obligadas al volver a casa es a la peluquería, porque el cabello sufre por el cloro, el salitre marino, la deshidratación… Un buen corte de pelo y un tratamiento hidratante express en cabina te dejarán como nuevo.
La cura capilar de Germaine de Capuccini Hair se realiza con una fórmula que incluye cinco aceites originales: aceite de semillas de baobab, aceite de patauá, aceite de abedul, aceite de soja y aceite de sésamo, que deja el pelo más nutrido, luminoso y suave, y que después te puedes llevar a casa para mantener los resultados.
Come bien
Te has pasado con las raciones de pescaíto frito y las cervezas. Y el calor ha hecho de ti una víctima más de la retención de líquidos. “Espera a volver a tu rutina durante un tiempo, vete comiendo sano y sigue la dieta de MCM (me como la mitad) y si ves que no logras perder el peso, entonces sí, acude a un nutricionista. Nada de dietas exprés. No son sanas”, dice el doctor Martín Anaya.
Ataca la celulitis
Si tus vacaciones han resultado demasiado largas y sedentarias puede que tengas que atacar con algo más de ímpetu la celulitis y la flacidez. Por supuesto hay que retomar la práctica deportiva para recuperar tono muscular y dotar a la piel de elasticidad, “pero puede que necesites ayuda de las máquinas estéticas indicadas para estos problemas -dice el doctor Martín Anaya-. El sistema velashape está recomendado para la celulitis, la flacidez y la reducción de la circunferencia corporal”.
Y no olvides los pies
Las chanclas son lo peor que pudo haberse inventado para la salud de los pies. Lo normal es acabar el verano con los talones agrietados y la piel totalmente deshidratada. Mucha hidratación con productos específicos y una buena pedicura que los deje como nuevos.