No todos los días se cumplen 270 años como marca icónica en el sector de la relojería. Vacheron Constantin ha logrado este hito y ha querido celebrarlo reeditando una de sus piezas más icónicas. Hablamos del Historiques 222, que la Maison presentó por primera vez en 1977, precisamente con motivo de su 222 aniversario.
Ahora cumple casi tres décadas de creación, tradición e innovación, algo que la marca va a celebrar llevando a cabo una serie de determinados eventos que tienen su punto de partida en el relanzamiento de este emblemático reloj, que en esta ocasión presenta una novedosa caja de acero inoxidable.
No se trata de un modelo cualquiera. Diseñado por Jorg Hysek, Historiques 222 se presentaba con un diseño diferente a los relojes deportivos de la época, que hasta el momento habían sido principalmente modelos profesionales para pilotos, submarinistas y exploradores. Esta joya relojera logró aunar elegancia y deportividad de una forma hasta entonces nunca vista, añadiendo además nuevos rasgos estilísticos a la marca.
Equipada con un brazalete integrado, su caja presentaba una construcción funcional, con una carrura con forma de plataforma plana, rematada por un prominente bisel almenado y con una cruz de Malta estampada a las 5 en la plataforma. La caja monocasco, que exigía que el movimiento se encajase por delante, tenía una estanqueidad de 120 metros, gracias al bisel atornillado a rosca.
Con indicación de hora, minutos y fecha, el 222 también era un alarde de diseño plano, con un grosor de tan solo 7 milímetros, gracias al uso del Calibre 1120 ultraplano; con un grosor de 3,05 milímetros, era el movimiento de carga automática con rotor completo más delgado del mundo. Paradigma de equilibrio y elegancia visual, las sencillas agujas e índices tipo bastón y los grandes eslabones centrales hexagonales del brazalete transmitían una impresión de robustez y modernidad.
La reedición de Historiques 222 celebra aquel momento de 1755 en Ginebra, cuando Jean-Marc Vacheron fundó esta marca que, a día de hoy, puede presumir de mantener viva la pasión y la creatividad que la caracteriza.