Son parte inherente del repertorio relojero de Cartier y algunos de ellos, como ocurre con el Panthère mini, se han convertido en emblemas de la maison. Experto en jugar con la proporciones, ha rediseñado y ajustado cada una de sus grandes creaciones con un objetivo muy definido: lograr el equilibrio perfecto. Para ello, tanto el diseño, con todos su códigos de estilo, como el movimiento han sido miniaturizados. El resultado son unas pequeñas joyas relojeras que conforman una gran familia con variaciones esenciales del Tank Louis Cartier, del Tank Américaine, del Baignoire y del Panthère mini, así como un modelo pequeño del reloj Tortue inspirado en una creación de 1922.
En 1922 nació el Tank Louis Cartier, con líneas horizontales afinadas, una caja alargada y contornos suavizados. Esta nueva versión mini se declina en oro amarillo. El Tank Américaine, heredero del Tank Cintrée de 1921, llegó al mercado en 1988. En su versión mini, respeta por completo los códigos de la línea con esferas rayos de sol o satinadas.
El reloj Baignoire es la quintaesencia del reloj joya y su diseño en forma de óvalo se presta a la perfección al cambio de dimensiones. Del Panthère Mini solo se puede decir que conserva intactas las cualidades de este reloj joya convertido en icono. Y cierra la propuesta de Cartier un Tortue que es uno de los relojes más singulares de Cartier.