Viajar no es solo desplazarse al destino. También es importante la comodidad en el trayecto y hay aerolíneas dispuestas a cubrir hasta la última necesidad de sus pasajeros. Lujo y sofisticación en las alturas están cada vez más de moda: suites privadas, menús gourmet, aseos individuales, champán, televisión, atención personalizada y casi cualquier exigencia que se le pase por la cabeza al viajero.
Adiós a las jaulas en la bodega
Sin embargo, el mejor amigo del hombre seguía viajando en condiciones al borde de la crueldad. Además, no sería la primera vez que una aerolínea es demandada por el trato a las mascotas. Hasta que ha llegado la compañía BARK Air, traducida al español como Air Ladrido.
Uno de los fundadores, Matt Meeker, quiso probar en sus propias carnes cómo era viajar en la bodega de un avión encerrado en una jaula, para saber cómo se siente un perro en un trayecto de tres horas y media. No solo es capaz de imaginar las malas condiciones, sino que sabe de lo que habla.
Por eso, está todo pensado para ofrecer a los perros una experiencia personalizada y VIP, con comodidades como toallitas calientes, crema hidratante y cócteles perrunos, olvidándose de las correas y con juguetes durante todo el vuelo.
Un sistema personalizado
Desde el momento de la reserva, un conserje especializado se encarga de recoger al perro en el aeropuerto una hora antes del vuelo para facturar y pasar el control de seguridad sin jaulas ni estrés para los peludos.
Los expertos se encargarán de que los canes socialicen antes de entrar para que vayan lo más tranquilos posible. Y también sus dueños, que podrán viajar tranquilos sin tener que pensar que sus mascotas están encerrados en cajas en la bodega del avión.
La propia compañía -subsidiaria de la productora de comida y productos caninos BarkBox-, la ha descrito como «la primera experiencia de viaje aéreo diseñada específicamente para perros en primer lugar y, en segundo lugar, para sus compañeros humanos».
El primer vuelo
Pese a que se creó en 2011, no efectuó su primer viaje hasta el mayo pasado, concretamente entre Westchester (Nueva York) y Los Ángeles (California). Transportó a un total de seis perros, entre los que había chihuahuas, salchichas y golden retrievers.
Pero antes de embarcar había que prepararlo todo. La aeronave se llenó de feromonas relajantes, música y los colores favoritos de cada uno de los animales, chaquetas calmantes y orejeras para reducir el ruido y, así, el estrés.
Contaron con dos azafatas que les servían golosinas durante el vuelo, como cupcakes, puppucchinos con sabor a pollo y ‘champán’ -caldo de pollo- preparados por un chef en el mismo momento. Podían jugar libremente durante el trayecto sin cinturones de seguridad.
¿Cuánto costará?
Por el momento, es un servicio con un precio bastante elevado. BARK Air reconoce que es un coste «prohibitivo» para la mayoría de familias, pero también sabe que «así comenzaron la mayoría de los productos y servicios innovadores«.
Un billete de ida entre Nueva York y Los Ángeles tiene un precio de 6.000 dólares por perro o dos perros, siempre y cuando no superen los 22 kilos juntos. Si es hasta Londres, el billete cuesta 8.000. Ahora operan en Chicago, Londres, Los Ángeles, Miami, Nueva York, París, Phoenix y San Francisco, pero contemplan añadir destinos.
