Según un estudio de hace dos años llevado a cabo por el Oliver Wyman Forum y el Instituto de Estudios del Transporte (ITS) de la Universidad de California en Berkeley, las nuevas opciones de movilidad urbana crecen el doble que el transporte público convencional. Otros estudios apuntan a que casi la mitad de los españoles se pasarían a la bici como la mejor opción de transporte urbano tras el transporte público. Y concretamente en Barcelona, los desplazamientos de los ciclistas han aumentado un 47% en los últimos 11 años, según un estudio del RACC de 2023.
La preferencia por la bicicleta frente a otras formas de movilidad urbana es toda una realidad en ciudades europeas como Amsterdam o Copenhague que poco a poco va ganando terreno en nuestro país por una mayor conciencia medioambiental.
Si a esto le sumamos el hecho de que la propiedad es algo que está en declive tanto por una cuestión económica como por el hecho de que las generaciones más jóvenes prefieren el alquiler o los modelos de suscripción por la comodidad y flexibilidad que esto ofrece; es natural que haya empresas como Panot que van en esta línea hayan notado un crecimiento notable en los últimos tiempos –un incremento del 150% en suscripciones en siete meses–.
«Una nueva cultura de movilidad está surgiendo en las ciudades, donde los consumidores buscan flexibilidad, no están dispuestos a lidiar con problemas como el miedo al robo, y prefieren no comprometerse con la compra de productos costosos», argumenta el cofundador de Panot, Dídac Sabaté, quien dice estar muy contento con la respuesta tan positiva de su usuarios. «Esta creciente demanda constata la consolidación de nuevas soluciones de movilidad urbana sostenible y nos anima a plantearnos la expansión», añade.
Lo que compañías como Panot ofrecen es una fórmula con la que moverse por las ciudades de manera responsable con el medioambiente y que al mismo tiempo facilite la vida de los usuarios gracias a su servicio de mantenimiento y sustitución por el que se cuenta con asistencia en caso de incidencias como pinchazos o averías.
Cuentan con sistemas avanzados de antirrobo y tecnologías de rastreo, de modo que las bicis se pueden estacionar en la calle sin preocuparse por el vandalismo o los robos. Aun así, en cualquier caso la compañía ofrece una bici de sustitución.
Bicicletas inteligentes con tecnología IoT
Las bicis de Panot se ajustan a las necesidades diarias de los usuarios urbanos tanto por diseño como por versatilidad, permitiendo que se pueda elegir entre dos modelos: una bici eléctrica de calidad para desplazamientos diarios y con una autonomía de hasta 100 km; y la llamada Panot Bus, una longtail, con capacidad de carga superior que permite transportar hasta 2 niños o un máximo de 250 kg de forma segura. En ambos casos cuenta con motor central, freno de disco y ruedas anchas, aspectos que proporcionan mayor estabilidad y seguridad.
Incorporan además tecnología IoT (internet of things) para monitorizar aspectos como los kilómetros recorridos, las emisiones de CO2 evitadas o las rutas realizadas.