Casa Marcial: Una historia de buen hacer

Casa Marcial: Una historia de buen hacer

Casa Marcial: Una historia de buen hacer

Hace unos años, al preguntar a un paisano que estaba segando hierba con una guadaña a la afueras de Arriondas por un sitio para comer, contestó:

– Sube al Salgar, que un “guaje” anda ahí… y dicen que no lo hace mal.

Aunque el entusiasmo del hombre no era la mejor manera de entender la promoción turística en la zona, algo me dijo que merecía la pena buscar el sitio. La llegada fue gloriosa. Dos kilómetros de curva, contracurva y vacas en la cuneta fueron necesarios para ver un humilde edificio donde un jovenzuelo estaba sentado a la puerta aprovechando un ratín de sol y con un generoso trozo de pan y chorizo de fabada en las manos.

Eran otros tiempos. Ahora el “chaval” es Nacho Manzano, y siempre nos reímos de aquella primera vez. Curiosamente, y muy al contrario de lo que suele suceder a muchos cocineros, Nacho sigue siendo el mismo de siempre: sencillo, honesto, casi siempre sonriente y amante de sus fogones. “Mientras tengamos salud y ganas de comer, todo va bien”.

Casa Marcial es el símbolo de una nueva forma de hacer de la nueva cocina asturiana. A pesar de los numerosos premios recibidos y de sus dos estrellas Michelin, Nacho sigue siendo un héroe del guiso. No es un tópico y sus platos son armónicos y refinados, pero basándose en los productos de la zona, que al fin y al cabo es lo que va buscando el que llega hasta este sitio con ánimo de comer bien.

El lugar ya merece una visita. Su casa es como un mirador sobre el valle y aunque va cambiando un poco la decoración cada temporada siempre mantiene las mismas constantes. Siempre hay cuadros nuevos y algo de artesanía en código moderno que ayuda a renovar una sala donde “se viene a comer”. Para mantener el espíritu de casa de comidas, ahora ha habilitado una terraza donde se puede conocer algunos de sus platos, sin el obligado protocolo de la sala.

Siempre hay algo que nos va a recordar ese “pitu (pollo) caleya” o esos “tortos de maíz”. Sin embargo, Nacho nos va sorprender siempre con algo nuevo. Aquí las cosas se entienden. La panceta crujiente con vinagreta de fabada y hortalizas crudas puede ser un buen rival de sus salmonetes o sus calamares. Una ostra con maíz o un pulpo crudo, un bizcocho de sardina y foie o un bacalao con lentejas germinada. Nacho entiende cada plato como un pequeño “lego”, y el cliente lo observa, lo manipula y se lo come. Tan sencillo como eso.

Por eso, aquí siempre hay que volver. Por suerte los pollos siguen “picoteando” por las cunetas de la carretera, que ya tiene menos baches, pero las mismas curvas, alguna que otra vaca vigila los caminos que llevan a Parres y Nacho se sienta en la terraza de su casa el poco rato que tiene libre para a ver como las vacas apuran la hierba del prado y las nubes corren camino del Fitu.

Casa Marcial

www.casamarcial.com

Ctra de Collía – La Salgar, 10. Arriondas. (Asturias)Tlf: 985 840 991Tipo: Cocina de vanguardia con base tradiconal.Recomendación: El pitu caleya y sus platos de bonito.Precio Medio: Desde 50 €

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