Hublot ha hecho de la fusión algo más que un eslogan, y cuando esta se realiza en compañía de creadores como Richard Orlinski nunca pasan desapercibidas. La pregunta que hay que hacerse muchas veces es si el reloj surge de una obra de arte o es al contrario. Lo evidente, sin duda, es que Hublot ha asentado una relación muy especial con el universo del arte, acentuada en su colaboración con Orlinski –el artista francés con más ventas a nivel mundial–, que ha sido siempre muy fructífera.
Como lo son estas nuevas creaciones presentadas durante la LVMH Watch Week –y que presentamos a modo de aperitivo–, que van desde el amarillo intenso al azul cielo. Dos lados de una misma moneda creativa rematados con la excelencia de un tourbillon.
El primero luce caja, correa, bisel, agujas e índices en amarillo. Su impulso sigue asociado al movimiento de cuerda manual HUB6021, uno de los favoritos entre los amantes de la marca. Sus componentes obligados, como la corona y los seis tornillos con forma de H alrededor del bisel, parecen suspendidos en el espacio por puentes de esqueleto negro de PVD. Entre las 8 y las 9, la reserva de marcha indica su autonomía de cinco días, mientras que a las 6 horas aparece prácticamente suspendida la jaula del tourbillon, un efecto a lo que contribuye que en ambas caras el cristal de zafiro se convierte en un escenario totalmente abierto sobre el que se disponen los puentes que sostienen el movimiento.
La caja de 45 mm presenta los atrevidos contornos del estilo característico de Richard Orlinski. Una clave que se sigue desde 2017, cuando Hublot formalizó su unión con el artista y dio otra vida al Classic Fusion, con un esculpido bisel, un rediseño de la caja y unos índices elaborados artesanalmente.