Aunque hoy es una bebida cool, vinculada incluso a determinado estatus social, su historia es larga y, como en tantos casos, tuvo, en sus orígenes, usos y connotaciones sociales bien distintos a los actuales. La ginebra, originaria de los Países Bajos, fue introducida en Inglaterra por Guillermo III de Orange. Tiene una graduación de entre 37 y 47 grados, y se obtiene de la destilación de cebada sin maltear y rectificada con bayas de enebro. Era, en el siglo XVII, una de las bebidas más apreciadas por las clases populares europeas. La tónica fue creada por Jacob Schweppe en 1783 con el propósito de curar la malaria a los soldados británicos de los territorios de Ultramar, y empezó a mezclarse con ginebra para disminuir su característico sabor amargo y adormecer a los pacientes para disminuir su sufrimiento.
Más consumo, mayor variedad
El boom del consumo de ginebra en España es incontestable. Su venta se ha duplicado desde 2009, y en 2015 el incremento fue de casi un 16% respecto a 2014. Los números reflejan que las ventas no se han limitado únicamente a capear la crisis, más aún si se tiene en cuenta que es la única bebida de alta graduación que ha mejorado sus ventas a medio plazo, mientras que el whisky observó un modesto crecimiento del 2,9% entre 2014 y 2015.
Pero no se trata, únicamente, de un aumento del consumo. La variedad de ginebras es desorbitada y, para adentrarse en el mundo del gin tonic, los expertos las han clasificado por su sabor: cítricas, aromáticas, secas, dulces y holandesa, siendo esta última, que incluye frutos rojos, la de más baja graduación (Información ampliada en gráfico de la galería). Un fenómeno muy similar sucede con la tónica. La diversidad es apabullante y hay tónicas tan originales como la italiana Macario, cuyo intenso sabor es el resultado de la recuperación de una vieja receta de los años cincuenta de la abuela del actual propietario de la compañía. Al igual que en el caso de la tónica, los expertos en ginebra distinguen diferentes tipos de sabores: floral, frutal, cítrico y seco.
El número de ginebras que se pueden elegir en España hoy día se eleva a 413 variedades y 41 tipos de tónica diferente , mientras que en 2012 eran sólo 220 y 30 tónicas.
Entre los expertos y el consumidor: una cuestión de ritual
La pregunta, así las cosas, parece obligada: ¿existe el gin tonic perfecto? A ello intentó responder Vador Llado en El secreto del gin tonic. El libro evidencia que existe toda una liturgia en torno al consumo del gin tonic, y que el tipo de recipiente empleado, la cantidad de hielo utilizada o la forma de servir la tónica no son menos importantes que la correcta proporción de los ingredientes.
Como señala Diego Artigas, los ‘must’ que debe cumplir un buen gin tonic empiezan por la correcta elección del vaso en el que va a servirse. La archiconocida copa balón es el recipiente perfecto y más utilizado para tomar el combinado de ginebra. Puede recurrirse también a una copa de vino tinto o a un vaso ancho tipo sidra, pero nunca al vaso de tubo. Otro detalle, que en muchas ocasiones pasa desapercibido, es la temperatura del recipiente, que no puede salir del armario a nuestra mesa. La copa tiene que estar fría, y si se han introducido hielos para enfriarla hay que retirar el agua derretida antes de preparar el combinado. El problema de las proporciones es mucho más sencillo: una parte de ginebra y cuatro de tónica. La cantidad de ginebra dependerá del volumen de la botella de tónica, aunque el estándar está en 20 cl. Debe estar muy fría, y ha de verterse muy despacio, sin remover, para que no pierda el gas. El limón nunca se exprime, y la cáscara servirá para dar aroma a los hielos. Una vez servido, quienes saben de gin tonic saben también que no es una bebida de sobremesa al uso, como el whisky o el ron. Hay que beberlo con ritmo, en un tiempo de unos 20 minutos.
Y no es solo una cuestión de ritual. Los amantes del gin tonic están a la última, y conocen la historia de sus ingredientes o las anécdotas que hay alrededor del combinado. La jerga de los expertos ha llegado a extenderse a los consumidores, y no es raro oírles discutir sobre la calidad de las cucharillas trenzadas o los mejores tipos de botánicos.
Las razones del boom
¿A qué se debe el boom del gin tonic en España? Se trata, sí, una bebida muy digestiva, y ello podría explicar que se haya convertido en el combinado perfecto para tomar después de una comida copiosa y tranquila el fin de semana, que es cuando más gin tonic se consumen. Pero hay más, y según cuenta Stephanie Jordan, Global Brand Ambassador de Tanqueray, “lo que ha pasado en España es algo cultural”. Se adecúa bien al modo de vida español, y es la copa que “más se puede personalizar”. En cuanto a la ginebra, la elección de las Beefeater, Tanqueray, Gordons, Bombay o Bacardi va ahora más allá de la marca, y no es extraño que el cliente solicite la Tanqueray Nº Ten en lugar de la Malacca o la Rangpur, o que se incline por la Bombay Shapphire y no por la Shapphire East. Lo mismo ocurre con la tónica, y a las clásicas transparentes se han sumado la Nordic Mist Blue, la Original Pink de la serie The Original Tonic, o la Original Mint.
El éxito del gin tonic ha modificado las cartas e incluso el aspecto de muchos locales, y aparece cada vez en más restaurantes como alternativa para el final de la comida, casi en sustitución del postre. Los bares de muchos hoteles, mejorados o redecorados, se han especializado en servir gin tonic y atraer así a un mayor número de clientes.
Y el boom se ha traducido también un su creciente presencia en la publicidad. Al igual que otros productos, como los coches o los perfumes, la ginebra y la tónica ya no se publicitan destacando únicamente sus características o cualidades, sino asociándolas, al presentarlas precisamente como ingredientes del gin tonic, a un estilo de vida, a una personalidad que ya disfrutamos o que queremos alcanzar y compartir.
La última guinda del pastel en el boom del gin tonic, es que fuera de nuestras fronteras se ha puesto de moda pedir “un gin tonic a la española”, de modo que lo que se exporta no es solo el producto sino, también, el ritual de la preparación, una amplia carta, la personalización… La posibilidad, en definitiva, de que cada cliente pueda crear su propio combinado.
¿Una tendencia imparable?
Tal y como hemos comentado entre 2009 y 2015, y según nos informa The IWSR, la empresa británica de análisis de datos sobre bebidas alcohólicas, el consumo de ginebra en España aumentó en 5 años un 33.9%. La ginebra no se resintió ni en los años de la crisis, y en 2015 el estudio estudio 360 grados de hábitos de consumo de los españoles realizado por Nielsen indicaba que la venta en supermercados y hostelería sumaba un aumento de un 13,8% respecto de 2014, mientras que el ron, el vodka y el tequila caían y solo el whisky empezaba a hacerle sombra al omnipresente gin tonic.
En 2016, a espera de tener las cifras definitivas de evolución del consumo, si se mantienen los datos de 2015 el gin tonic seguirá siendo el rey del combinado en España, pero tendrá que empezar a comercializar el estilo de vida de quienes lo consumen, el ritual, sin llegar al exceso o incluso el ridículo como algunos fans han llegado a evidenciar al haberse rizado el rizo a la hora de incluir “botánicos” y aditamentos.
La publicidad del gin tendrá que hacer frente a productos tan “aspiracionales” y elegantes como el Haig Club Whisky de David Beckham, pero ante la personalización que ofrece el gin tonic respecto al resto de espiritosos la pelea será dura, no en vano, recordemos que en España si un grupo de amigos se van a tomar un café no habrá dos que lo pidan iguales, y, quizás, ahí es donde radica el éxito del gin tonic.
5 datos para recordar
- La ginebra es de origen holandés y no inglés.
- No dejes que te sirvan el gin tonic con una cucharita, porque al removerlo se pierde el 15% del dióxido de carbono de la tónica. Así lo demostró Ferràn Centelles, sommelier del Bulli.
- El 13 de junio es el día internacional del Gin-tonic.
- El gin-tonic se puede comer. En las Navidades de 2015 el repostero Albert Adrià, el turronero Ángel Velasco y la ginebra Gin Mare crearon un turrón con sabor a gin tonic.
- La ginebra cuenta con varios museos.