El turismo de lujo, aquel que se encarga de ofrecer a los viajeros la máxima calidad de comodidades, servicios y experiencias, está ahora en pleno auge. España se posicionó como el primer destino mundial de lujo para viajar en 2024, según el estudio ‘Hábitos vacacionales de lujo 2024’ realizado por la guía de viajes internacional Condé Nast Johansens. Se calculó que el gasto medio de este tipo de viajero sería 8.000 euros.
Aun así, los expertos hoteleros creen que a Madrid aún no ha llegado ese lujo del que se presume. El CEO de Cool Room Hotels, Jaime Monzón, expresó en una mesa redonda que «todavía no hemos llegado al lujo pretendido en Madrid». Mientras que Verónica García, CEO de Realis & Chateaux Hotel Orfila Heritage Madrid Hotel, ha añadido que «nos estamos acercando al lujo de otras localizaciones de Europa».
Grandes hoteles para grandes eventos
Por su parte, el director de expansión del Grupo Palladium, Carlos Ortega, ha aclarado que «no todos los hoteles de 5 estrellas son activos de lujo y la realidad es que a Madrid antes no venían clientes de alto nivel adquisitivo porque sencillamente no había hoteles de lujo». Sin embargo, la oferta de la capital se va ajustando, poco a poco, a las exigencias de los turistas de lujo. En la mesa redonda se mencionaron eventos como la Fórmula 1 o los grandes conciertos.
«Si se pagan 1.000 euros por ver a Taylor Swift, habrá gente que también esté dispuesta a alojarse en una habitación de 1.000 euros la noche cuando se produzcan estos eventos», decía Monzón. Añadía también que, «de momento, hay poco producto para este tipo de cliente». Aun así, se muestran optimistas y creen que este 2024 va a ser el mejor año de la historia en sus empresas y, por tanto, en el lujo hotelero madrileño.
Todavía quedan algunos de los meses más fuertes para el sector y en los hoteles cuentan con buenas previsiones. «Va muy de la mano del precio medio, que ha tenido una subida espectacular», comentaba García. Por tanto, se espera que el 2025 se comporte igual o mejor, sabiendo que en 2023 se acumuló una inversión en el sector hotelero general de 4.000 millones de euros.