En el caso del nuevo KONA, Hyundai decidió desarrollar la versión eléctrica primero y, a partir de ella, la híbrida y la de combustible. En algunos aspectos salta a la vista: su diseño esculpido, su frontal minimalista y las líneas aerodinámicas y fluidas que confluyen en un estilo de inspiración futurista. Pero estamos ante un SUV, es decir, la versatilidad y el espacio son irrenunciables. Por eso, el nuevo KONA ha aumentado ligeramente el tamaño para ofrecer la máxima superficie habitable en su interior, con un generoso espacio para las piernas y los pasajeros de la segunda fila. La amplitud es evidente en cuanto los cuatro pasajeros que viajamos hacia Iris Zahara –la vivienda que el chef José Pizarro posee y ofrece como alojamiento en la costa gaditana– accedemos a su interior; por cierto, tras cargar un voluminoso equipaje en un espacioso maletero de 466 litros, un 30% más que su versión anterior.
Para recorrer los 700 kilómetros que nos separan de nuestro destino optamos por la versión híbrida con motor de gasolina de 1,6 litros GD y motor eléctrico de 32kW, un sistema de propulsión totalmente paralelo que lleva la eficiencia energética al siguiente nivel. Se agradece la notoria reducción del consumo en una distancia como la que abordamos. También, por supuesto, la de emisiones.
Una potencia de 141 CV, una fluida transmisión de doble embrague de 6 velocidades y una conectividad avanzada, con el sistema de información y entretenimiento de nueva generación de Hyundai –que muestra gráficos avanzados, une pantallas panorámicas e incluye la última versión de Bluelink– garantizan una conducción dinámica. Y, lo que es más importante, también segura: por primera vez, KONA dispone de asistente de conducción en autopista, que combina asistente de seguimiento de carril con control de crucero inteligente, así como monitor de visión de puntos ciegos. La llegada al destino confirma el acierto de la elección.