'Escape Room': el curioso auge de un juego que traspasa las fronteras del ocio

'Escape Room': el curioso auge de un juego que traspasa las fronteras del ocio
'Escape Room': el curioso auge de un juego que traspasa las fronteras del ocio

60 minutos para conseguir escapar de una habitación. Pero va mucho más allá de un simple juego. Los ‘escape room’ –habitaciones de escape– han pasado de ser un pasatiempo con el que adornar el fin de semana con un plan original a toda una tendencia alrededor del mundo. De hecho, en muchos casos se ha convertido en un reto personal. Lejos quedan los tiempos en que las partidas de ‘paintball’, interminables algunas de ellas, eran una razón de peso suficiente para ‘picarse’ con el compañero de trabajo. Con ‘escape room’, el juego en equipo ha tomado otra dimensión alimentado también por el reto personal: ¿cómo salir de la habitación? ¿cómo ayudar a mis compañeros? Y lo más importante: ¿podré superarme a mi mismo?
Una dosis de adrenalina –y de claustrofobia, para qué engañarnos– se apodera de los participantes, encerrados en una sala donde deberán solucionar rompecabezas de todo tipo para ir resolviendo una historia que puede tener diferentes temáticas, desde resolver un asesinato, encontrar tesoros o salir de un barco atrapado. La ambientación se convierte en un elemento clave de este juego, ya que introduce a los participantes en diferentes contextos históricos: existen ‘escape rooms’ inspirados en el medievo, en la época de los piratas o incluso en una nave futurista.

Se dice que el origen de los ‘escape room’ tuvo lugar en Japón en 2007. No sería de extrañar, puesto que algunas de las tendencias más extravagantes del mundo provienen de este archipiélago asiático. Otras teorías aputan a que fue en Silicon Valley, la cuna de los emprendedores y las startups tecnológicas, donde se sembraron las primeras semillas de este juego en 2006. Según la empresa LEVER Escape Room Madrid, surgió en San Francisco «cuando unos colegas informáticos crearon un juego de ordenador en el que tenían un tiempo limitado para resolver un enigma». Tampoco es de extrañar.

Confirmado está, sin embargo, que fue Parapark, en 2011, la primera sala oficial en Europa de ‘escape room’. Se situó en Budapest, la ciudad natal de Houdini, uno de los grandes escapistas de todos los tiempos, donde más ha calado a lo largo de los años este tipo de juego. La idea fue obra de Attila Gyurkovics, fundador de Parapark, que aún a día de hoy asegura que no sabía nada de los juegos de escape japoneses. «Me basé en la teoría del flujo de la felicididad de Mihály Csíkszentmihályi», una eminencia de la psicología en Croacia, ha recordado en alguna que otra ocasión al ser preguntado sobre los ‘escape room’.

Según las últimas cifras oficiales, las de la firma británica Exit Games, en 2017 ya había más de 8.000 ‘escape room’ en todo el mundo. Lo que en un principio fue un negocio lucrativo, se ha ido convirtiendo en uno de los sectores más compenentes en torno a la gamificación. Actualmente, dada la enorme competencia que se encuentra en la mayoría de grandes ciudades, la inversión inicial para crear un juego atractivo y competitivo es cada vez más alta, rondando los 20.000 euros. Factores electrónicos, efectos especiales y diseños de todo tipo mejoran la calidad del juego y ofrecen una experiencia más completa a los jugadores, pero también incrementan el coste de su creación.

ESPAÑA LIDERA EL MERCADO EUROPEO

Hasta el momento, se calcula que existen más de 350 empresas de juegos de escapismo en toda España, con Barcelona como foco principal con 100 salas diseñadas para su práctica. Los españoles se posicionan como los mayores usuarios en Europa. Uno de los artífices de este ‘boom’ en nuestro país es Fox in a Box, compañía sueca pionera en España en la formación para empresas, y actualmente, líder en España en ofrecer juegos y formación directamente en los establecimientos de las empresas.

El mundo del deporte tampoco ha escapado –nunca mejor dicho– a esta tendencia. Popular ha sido el caso de la Selección Española de Fútbol, más concretamente de su entrenador, Luis Enrique Martínez, con la decisión de llevar a sus jugadores a la mencionada Fox in a Box en vísperas del partido frente a Inglaterra. Ocurrió el pasado 5 de septiembre y fuentes de la propia Selección confirmaron que el objetivo de esta innovadora concentración fue «entrenar la toma de decisiones bajo presión, asumir riesgos o aprender a manejar el tiempo». Desde la propia Fox in a Box confirmaron que «la ‘escape room’ desarrolla las características y habilidades clave para que un equipo funcione». Los más futboleros recordarán el resultado: 1-2 a favor de España. Mal no les fue.

Publicada el
Categorizado como Placeres Etiquetado como

Por Redacción Gentleman

Revista de moda masculina, estilo de vida y lujo

Salir de la versión móvil