Granada es uno de esos lugares que hay que visitar una vez en la vida. El motivo principal por el que tanta gente lo escoge como destino es La Alhambra, uno de los monumentos más visitados del mundo. Esta joya no necesita presentación ya que tanto la arquitectura de esta fortaleza nazarí como la rica vegetación que alberga en sus jardines le convierten en un rincón único de obligado peregrinaje.
Pero este monumento considerado Patrimonio de la Humanidad en el que conviene invertir al menos tres horas de visita no es la única razón para coger un tren, un vuelo o un coche con destino Granada.
Perderse por los barrios del Albaicín, Realejo o Sacromonte es imperativo, como lo es relajarse frente a alguno de sus miradores o disfrutar de alguno de sus envidiables balnearios. Porque la ciudad andaluza tiene mucho más que ofrecer. Por ejemplo música. De sus calles han nacido decenas de nombres del panorama musical actual como Lori Meyers, Niños Mutantes, La plazuela o Lola Indigo. También allí surgieron los idolatrados Planetas y referentes del flamenco como Enrique Morente.
No sorprende por ello que sea el rincón de España en el que se ofrecen más espectáculos flamencos al día en tablaos y otro tipo de espacios además de en certámenes; que en su programación cultural se amontonen los conciertos de diferentes estilos entre el Cortijo del Conde, la Plaza de Toros y el Teatro Generalife; y que el Granada Sound se haya consolidado como una de las citas favoritas para los festivaleros con más de 25.000 asistentes en esta última edición que contó en su cartel con Arde Bogotá, Ginebras, Sexy Zebras, Dani Fernández y La La Love you, entre otros.
Otra de las excusas para perderse por Granada es su gastronomía. De ella se pueden resaltar productos de la huerta como las habas, dulces como los piononos y sus platos con clara influencia árabe, aunque si hay algo por lo que se conoce internacionalmente su cocina es por sus tapas. Por mucho que esta palabra esté presente en ciudades de toda España, este concepto gastronómico ha estado siempre muy ligado a Andalucía.
Comer a base de estos pequeños platos es posible en numerosos bares y restaurantes granadinos, lo que garantiza que se pueda picar algo rápido y probar diferentes sabores sin necesidad de tener por ello que pedir grandes raciones de comida. Un invento culinario que se ha convertido en seña de identidad de la ciudad y uno de sus principales atractivos.
También la artesanía de Granada merece ser reconocida. Una gran tradición de guitarreros y cajoneros le precede, del mismo modo que de ceramistas. Fajalauza, por ejemplo, es una fábrica con más de 500 años de historia en la que se fabrica un tipo de loza que da lugar a la cacharrería popular en barro vidriado y decorado considerada como una de las grandes señas de identidad de la ciudad.
Dónde alojarse en Granada
Para que la escapada a Granada sea un verdadero éxito es imprescindible decidir bien dónde hospedarse porque del acierto o el fallo en la elección dependerá el disfrute completo del viaje.
En este sentido, el hotel Barceló Carmen Granada es valor seguro no solo por su inmejorable ubicación en el corazón de la ciudad que te permite desplazarte cómodamente, sino porque ofrece una interesante propuesta gastronómica en su restaurante La Santa María Gastrobar y sorprende con un diseño de interiores de las habitaciones –creado por el estudio de interiorismo Ilmiodesign– que se inspira en la estética de La Alhambra y traslada las principales características de este icónico monumento como son la cerámica, la celosía y la yesería en clave contemporánea a cada uno de los rincones de las 251 estancias de este alojamiento con categoría de cuatro estrellas.
Otra de las grandes bazas de este hotel del grupo Barceló es su rooftop B-Heaven Granada con espectaculares vistas a La Alhambra, donde los huéspedes pueden darse un baño en su piscina durante el día, tomarse un cóctel al atardecer y disfrutar de una cena con música en directo por la noche.