Isabel Cabello o el arte de vestir al aceite

Isabel Cabello o el arte de vestir al aceite

Isabel Cabello o el arte de vestir al aceite

En sus diseños se notan las influencias de Rothko, Giocometti, Saura o Picasso. Pueden resultar atrevidos, pero sus ilustraciones llegan al cliente y ese es el objetivo. Desde su primer trabajo en 2011 para Tierras de Canena hasta la maravillosa botella de Spiritu Santo, sus creaciones son un ejercicio de imaginación para demostrar que el packaging tiene algo de arte cotidiano.

¿ A qué sector del consumo le gustaría que se pareciese el aceite?

Por supuesto, al sector del vino. Tenemos mucho que aprender de cómo dar valor a un producto uniendo calidad y cultura.

¿Qué es peor, el ‘corta y pega’ o el ‘mal imitador’?

Ja, ja… pues depende del día, pero creo que el ‘corta y pega’ es peor. Hay tanto trabajo detrás de un diseño, tantas horas de reflexión, estudio y de ordenador… duele que eso no se aprecie, pero son gajes del oficio. El mal imitador en el fondo no molesta tanto, porque de alguna manera admiran tu trabajo.

¿Por qué es tan importante una etiqueta?

Una etiqueta bien diseñada es como un buen traje, imprime identidad y personalidad a un producto. Y lo más importante, provoca que el consumidor se lleve el producto a casa y ¡vaya si se lo lleva!

¿Cuáles son las marcas y los logos que recuerdas de cuando era niña?

Pues recuerdo con especial cariño los chicles Cheiw de canela que tenía mi abuelo en la tienda o los desayunos con leche condensada La Lechera y mantequilla Lorenzana cuando iba al pueblo con los abuelos.

Y de aceite…

Pues la verdad es que ninguna, en casa se consumía un aceite de oliva que se traía directamente de una almazara cercana.

¿Cómo podrías explicar a un niño, o a un extraterrestre, lo que es un olivo?

Un árbol que echa bolitas y de ellas sale un zumo muy rico.

¿Cómo sería Julio Romero de Torres en el siglo XXI?

Seguramente sería un gran pintor, como lo fue en su época. En nuestros tiempos me imagino más a Picasso, disfrutando de lo lindo con las nuevas técnicas creativas que nos ofrece la tecnología.

 ¿Se puede hablar de un diseño andaluz?

Se puede hablar de talento andaluz, y mucho; hay magníficos profesionales en Andalucía que trabajan con mucha pasión y buenos precios.

¿Cuál sería el tópico que te gustaría borrar?

Puff… ¿tengo que elegir uno? ¡Me es imposible! Me gustaría borrar, por ejemplo, que las mujeres no sabemos aparcar, que los andaluces somos vagos o incultos, que cualquiera puede diseñar o crear con profesionalidad…

¿Adquieres cosas por el empaquetado cuando vas a la compra?

Si no conozco el producto 100% sí, al final lo compras por la pinta que tiene. El aspecto del producto te sugestiona, por supuesto, e incluso piensas que puede estar más rico o es más saludable si está en un envase adecuado.

¿Hay poesía en una botella?

Para nosotros es muy importante que cada producto con el que trabajamos sea diferente, que contenga una historia y que transmita sensaciones, dando un valor añadido al objeto, y eso de alguna manera se nota. Sin olvidar que lo más importante de una botella es lo que lleva dentro, y que tenemos que provocar la compra de ese product, claro.

¿En qué se parecen un olivo y una botella?

Pues, no sé, no mucho, ¿no? Digamos que más que parecerse, se me ocurre que pueden ser complementarios. El primero contiene las aceitunas y la botella el aceite de ellas.

¿Tiene buen marketing nuestro aceite?

Por lo general no. Queda mucho por hacer, y yo insisto siempre que en la formación está la solución. Todavía la gran mayoría de los consumidores no sabe cuál es la diferencia entre el aceite de oliva y el aceite de oliva virgen extra. Y desde luego una buena fórmula que nunca falla es la combinación de un excelente producto con un buen proyecto de marketing.

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