Alfa Romeo Junior, historia de un coche

Alejandro Mesonero-Romanos, jefe de Diseño de Alfa Romeo, posa junto a un flamante Junior en el Alfa Romeo Centro Style, de Turín (Italia).
Alejandro Mesonero-Romanos, jefe de Diseño de Alfa Romeo, posa junto a un flamante Junior en el Alfa Romeo Centro Style, de Turín (Italia).

Hay en el universo automovilístico una legión de seguidores de Alfa Romeo, auténticos fans de la marca italiana que aprecian su legendaria filosofía deportiva, su atrevido diseño e incluso su espíritu un tanto bravucón. Capaces, por ejemplo, de agotar antes de su fabricación las 33 unidades, completamente personalizables, del superdeportivo 33 Stradale a pesar de un precio que ronda el millón de euros. Incluso de apuntarse a una lista de espera que supera ya el medio centenar aguardando a que la marca decida si extiende o no esa edición limitada. Pero ese distinguido club, en el que comenzaba a instalarse un cierto aire de nostalgia, necesitaba una renovación, savia nueva atraída por nuevos modelos capaces de renovar la ilusión por la marca. Una berlina a la antigua usanza, el Giulia, y dos SUV de alta gama, el Stelvio y el Tonale, lo consiguieron, exhibiendo, además, la capacidad de la firma italiana para adaptarse a estos nuevos y acelerados tiempos de creciente electrificación. Pero su precio, en torno a los 60.000 euros, reduce drásticamente el público objetivo. La aceptación, creciente y sostenida en el tiempo, de los tres modelos no garantizaba, sin embargo, esa ansiada renovación.

Hasta ahora. De la mano del responsable de diseño de Alfa Romeo, el español Alejandro Mesonero-Romanos, la firma está decidida a convertir su último y flamante lanzamiento, el Junior, no solo en una simbólica ‘bienvenida de nuevo’ a los fans de los icónicos Giulietta y Mito, sino también en la puerta de entrada a toda una nueva generación de seguidores que ya ha bautizado con el nombre de ‘alfistas’. El truco, a muy grandes rasgos: impregnar este nuevo compacto –entre SUV y crossover, integrado, por tanto, en el segmento más grande del mercado europeo– la tradicional deportividad de Alfa Romeo. Y, además, ponerlo en el mercado a un precio definitivamente atractivo para los que se acercan por primera vez a la marca italiana: en torno a los 30.000 €.

Alejandro Mesonero-Romanos, jefe de Diseño de Alfa Romeo, dentro del Junior de Alfa Romeo.
En el interior del Junior todo está orientado al conductor, incluso la pantalla de infoentretenimiento, con una ligera inclinación hacia el volante.

“Necesitábamos atraer a clientes que no estaban antes en Alfa Romeo”, reconoce Mesonero-Romanos, no solo “orgulloso” responsable del diseño del Junior, sino también del relanzamiento de la firma desde su llegada hace apenas tres años, en julio de 2021. “En paralelo a nuestra oferta premium, necesitábamos crecer en volumen. El Alfa Romero Junior es la respuesta”, gracias a una ecuación de cualidades que en la firma resumen así: “Deportivo de corazón, de tamaño compacto y estilo italiano a primera vista”. Su misión, dicen, “es conquistar a una nueva generación”.

A primera vista, el Alfa Romeo Junior reúne todas las condiciones para conseguirlo. Su diseño exterior recoge la herencia de la casa, expresada en el equilibrio de las proporciones, la pureza de las líneas y la atención a la calidad de las superficies, pero muy lejos de la fría racionalidad tan en boga en el segmento: la ‘piel’ del Junior ha sido modelada casi artesanalmente para crear un diseño sinuoso y emocionante que llama la atención a primera vista hasta invitar, incluso, a la caricia.

Confort irrenunciable

La misma inspiración deportiva es palpable en un interior claramente orientado al conductor, como lo demuestran el volante compacto para adaptarse a todos los estilos de conducción, el histórico diseño de ‘telescopio’ del panel de instrumentos o la pantalla táctil de 10,25 pulgadas totalmente digital del cuadro de instrumentos, así como los asientos deportivos Sebelt con un respaldo envolvente que combina alta resistencia mecánica, ergonomía y ligereza estructural.

Alejandro Mesonero-Romanos, jefe de Diseño de Alfa Romeo, junto a un Junior en el Alfa Romeo Centro Style, de Turín (Italia).
Alejandro Mesonero-Romanos, jefe de Diseño de Alfa Romeo, junto a un Junior en el Alfa Romeo Centro Style, de Turín (Italia).

Para Alfa Romeo la comodidad significa hacer que cada experiencia de viaje sea simple, extremadamente placentera, organizada y segura. Por eso, el confort y la practicidad nunca son sacrificados, como demuestra que, a pesar de su tamaño compacto, Junior cuenta con un maletero de hasta 400 litros –el más grande entre los de la clase BEV–, así como una completa serie de funciones de asistencia al conductor longitudinal y lateral que suponen un nivel 2 de conducción autónoma, además de sensores de aparcamiento 360º.

Respecto a la motorizaciones, Junior está disponible en la configuración Ibrida, la primera del segmento en ofrecer la variante Q4 de tracción total, y Elettrica, en dos variantes de potencia: de 156 CV y la más deportiva Veloce, de 240 CV, ambas con una autonomía de hasta 410 km. Para apoyar la conducción, el modelo eléctrico esta equipado con un exclusivo sistema de navegación conectada para asistir a más de 600.000 estaciones de carga.

Pero no nos olvidemos: el Junior sigue siendo, sobre todo, un Alfa Romeo. Y eso son palabras mayores.

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