Clara y Jesús son los propietarios de este local que tiene su ubicación actual desde marzo de 2005, aunque están en el barrio desde el año 2000. En estos años el local y su oferta han evolucionado mucho. Para cualquier cliente la sencillez es su valor más sólido. Está pareja se siente orgullosa de su pueblo. Las Pedroñeras, en Cuenca, es tierra de pocas tonterías. Aquí en verano hace calor y en invierno frio… poque la vida es así. Y algo de ese elegante primitivismo tiene la cocina de La Hidalguia.
Jesús casi se sonroja cuando recuerda los guisos de su madre, Pura, que hacía unos deliciosos guisos con patatas. Clara siempe tiene el recuerdo de esos cocidos manchegos tan agradecidos en estos días de invierno.
Más de un cliente repite durante todos los días de la semana su ensaladilla rusa con bonito. Los más tradicionales saben que sus callos a la madrileña y sus albóndigas de ternera son irrepetibles. Los más sofisticados, pueden optar por sus alcachofas con foie, su carpaccio de boletus, o un sutil guiso de setas con jamón ibérico y huevo… Todo suena tan bien como sabe. Hasta un simple tartar de atún puede tener un particular toque manchego.
Con estos precedentes, las creaciones más atrevidas de Jesus nos sorprende aún más. Su pasión por los viajes les ha llevado a México, Dinamarca, Japón o Perú, y eso se refleja en su ceviche mixto, sus gyozas o empanadillas japonesas o sus arenques del Báltico. Todo puede ser compatible con esos aliños de ajo negro de la Manchuela o esa Suprema de Ibérico con Pistacho.
Además, el vino está a la altura de las circunstancias. La taberna ofrece más de 200 referencias, con vinos de las diferentes regiones de España, con especial mimo a los vinos de su amigo Hilario, de Auruum Red, también de La Manchuela, y una buena carta de vinos de Francia, Alemania, Italia, Portugal o Argentina. Si nos gusta probar, encontramos más de 20 vinos por copas, incluidos generosos, o cavas. Los vinos de Jerez tiene aquí casi su embajada, por la variedad y por el buen trato que reciben en barra y en mesa. Un lujazo asequible donde podemos encontrarnos (C/ Menorca, 15 – Madrid).