Hay numerosos platos que encargamos y que nos gusta llevar a la mesa para compartirlos con quienes pasamos al nuevo año. Comer bien y quedar bien con el menor esfuerzo, todo en el mismo gesto. Por eso señalamos algunos de estos platos de encargar, servir y listo.
Pastel de cabracho
Es por todos sabido que el cabracho es un pescado con muchas espinas. Cocerlo y desmenuzarlo, ponerlo al baño maría, cuajar todos los ingredientes en su punto… Mucha laboriosidad para un aperitivo y para un día tan ajetreado como el último del año. Así que a pasarlo bien y a encargarlo en algún lugar. En Valladolid, por ejemplo, en el Mesón Campo Grande te lo ponen riquísimo, en una bandeja de usar y tirar, con su salsa rosa, su mayonesa y tostaditas, por 7,5€. Investigad en vuestras ciudades porque merecerá la pena.
Salmón ahumado
Un buen salmón ahumado, uno de esos deliciosos, es valor seguro en una cena de de celebración Lo mejor, buscar uno especial, como el que tienen en Peso Neto, una nueva tienda gourmet y mantequería en Madrid dedicada a productores españoles, tradicionales y empresas familiares. El salmón que venden aquí está ahumado en frío con viruta de roble. Lo producen en San Vicente de la Barquera solo a demanda. Un bocado muy particular y distinguido.
Tajadas de bacalao rebozado
Meterse a rebozar un rato antes de que lleguen los invitados o antes de salir de casa es un engorro se mire como se mire. Pero, eso sí, una buena tajada de bacalao rebozado es manjar de dioses. Tener fichado un bar en el que lo preparen bien y que te lo puedan poner para llevar es esencial. En Aranda de Duero (Burgos), el bar Caracoles lo prepara buenísimo. En Madrid el bacalao de Casa Labra no tiene rival. ¡A encargar de última hora!
Bull catalán
Si se está en Catalunya o si se tiene algún familiar o amigo que pueda traerlo, el bull es una delicia digna de la mesa de fin de año. Se trata de un embutido muy parecido a la butifarra, pero más grueso. El bull blanco es muy popular y también se conoce como bisbe blanc, bufa, o butifarra blanca gruesa. En Escofet Olvier, en Barcelona, lo hacen artesano y es una auténtica barbaridad de calidad y sabor.
Pimientos rellenos
Unos pimientos rellenos son una cosa muy española que da mucha labor y que, por qué no decirlo, es difícil que te queden en su punto. Rebozados o con salsa, en todas las ciudades hay algún lugar en el que encargarlos. En Valladolid los bordan en el Erchus. Junto con los preciados triángulos del piquillo rojos rellenos de carne te entregan un pote lleno de salsa a base de pimiento rojo, deliciosa.
Empanada de zamburiñas
Una buena empanada, fina, sabrosa y con relleno abundante y de buena calidad, siempre es caballo ganador. La empanada de zamburiñas es, además, un bocado distinguido idóneo como aperitivo de un menú de lujo. En A Coruña es buenísima en el Bocatín o en Stolen. Eso sí: imprescindible encargar con antelación, ¡que vuelan!
Langostinos a la plancha
Otra delicia muy engorrosa de hacer cuando se va bien vestido y esas cosas son las gambas a la plancha. Seamos francos: como unas gambas o langostinos a la plancha recién hechas no hay nada, pero si tenemos que buscar un plan b, encargarlas siempre es buena opción. En Valladolid, la Guagüita los borda. Si se lo pides te pone una docena para llevar por 3€. Así de fácil.