Llega el otoño y con él los días de lluvia y frío en los que lo único que apetece es quedarse en casa. Todo buen cinéfilo sabe que esta es la mejor época del año para disfrutar de una buena película en el sofá -aunque algunos dirán que es el invierno-. Es también la más bonita para muchos, por los que las cintas que se ambientan en otoño también cuentan con una belleza única. Estas son las mejores películas para dar la bienvenida al otoño.
Cuando Harry encontró a Sally (1989)
Una historia de amistad contada a lo largo de los años, ambientada en alguna de sus partes en el otoño más ochentero de Nueva York. Aderezado además con un guion y una química que no deja a nadie indiferente. No hay nada mejor que un clásico protagonizado por Meg Ryan y Billy Crystal.
El indomable Will Hunting (1997)
Robin Williams y un jovencísimo Matt Damon protagonizan un melodrama en el que Will, un joven huérfano y violento que sobrevive en un suburbio de Boston, se topa con el veterano psicólogo McGuire, criado en su mismo barrio. Entretanto, el personaje de Damon se enamora de una estudiante de Harvard.
El club de los poetas muertos (1989)
De nuevo Robin Williams aterriza en las pantallas, en la piel de un profesor de Literatura, John Keating, que llega nuevo a su antiguo instituto. En él cambiará las vidas de todos sus alumnos, enseñándoles su lema: carpe diem, aprovecha el momento.
El señor de los anillos (2001)
Frodo Bolsón, un hobbit de la Tierra Media, se convierte el heredero del poderoso Anillo Único. Su tío le encomienda destruirlo y él se embarca en un viaje hacia Mordor repleto de aventuras y oscuros sucesos, pues el Señor Oscuro Sauron no quiere su destrucción. Es un clásico de la fantasía y siempre es buen momento para volver a verla.
Sleepy Hollow (1999)
La llamada spooky season («temporada espeluznante») está a punto de comenzar y muchas películas de terror se ambientan en esta época del año. Sleepy Hollow cuenta la leyenda del jinete sin cabeza, con un toque romántico apto para ver en familia.
Disfruta de todas estas películas antes de que se termine el otoño. O realmente en cualquier momento, porque ya sabemos que el cine no tiene caducidad.